A Ernest Hemingway y Gerarld Brenan ni se les pasó por la cabeza, en aquel verano de 1959 cuando las dos ilustres plumas coincidieron en Málaga, que ese lugar idílico, aquella finca histórica de la Cónsula, sería años más tarde epicentro de uno de los terremotos políticos más sonados de los últimos años. No sólo los alumnos de la Cónsula, escuela de hostelería de la que han salido grandes figuras de la cocina, se sienten abandonados. También lo está la vegetación que envuelve la mansión construida en 1856 por el Cónsul de Prusia.
Que el Jardín Histórico de la Cónsula no es lo que era, es un hecho. Baste un paseo como el que ha dado Málaga Ahora que denuncia que La Concepción no es el único jardín con más sombras que luces de la ciudad y da la voz de alarma. “Estamos hartos de malos gestores, trapicheos y una oposición dividida entre el gigante dormido y los palmeros del emperador”, aseguraron.
La portavoz Ysabel Torralbo avanzó a Viva Málaga que llevará una moción a la próxima comisión de Medio Ambiente que se celebra esta semana exigiendo una solución urgente al Ayuntamiento de Málaga, propietario de la finca y encargado del mantenimiento, antes a través del extinto Patronato Botánico Municipal.
Elementos arquitectónicos rotos, maleza por doquier y un patente estado de dejadez en zonas incluso con un precinto por cuestión de seguridad son el panorama que encontramos. Colectivos en defensa del patrimonio malacitano como Torre Vigía o Málaga REC, en las redes sociales, consideran “indignante” el estado de este espacio natural protegido y también reivindican responsabilidades políticas.