El exprofesor de gimnasia del colegio barcelonés de Maristas Les Corts Sants Joaquin B.P. ha reconocido este sábado "de manera abierta" ante el juez haber abusado sexualmente de al menos de dos alumnos, y no ha negado otros abusos aunque ha dicho "no recordar el nombre de los denunciantes" que aseguran ser víctimas (hasta ahora constan cinco denuncias).
El acusado "no niega que puedan surgir otros" casos, según el auto del juzgado de instrucción 6 de Barcelona tras declarar tanto el individuo como dos testigos (los periodistas que le entrevistaron para la edición de este sábado de 'El Periódico') y recogido por Europa Press.
El juez le deja en libertad provisional pese a que el fiscal advertía de riesgo de fuga: no ve en él falta de voluntad para estar localizable; además, ha podido ser fácilmente localizado por el juzgado, con el que el propio investigado contactó el viernes.
También valora que el investigado ha colaborado con la Policía para comparecer judicialmente este sábado y "no ha sido preciso acordar su detención para hacerle comparecer", y no consta que tenga ninguna relación en el extranjero ni que tenga bienes para sostenerse fuera de España.
En cuanto a la declaración judicial de los dos periodistas (redactora y fotógrafo) como testigos este mismo sábado, y que se ha hecho separadamente, el juez afirma que ambos coinciden en que el exprofesor no manifestó en la entrevista voluntad de salir del país.
Ambos también dicen que "mostró de manera reiterada su preocupación por que no se supiera el lugar donde reside" y que no quiere ser localizado, pero fundamentalmente para no perjudicar a su hermano, con el que convive en un pequeño pueblo.
El juez le prohíbe toda actividad con menores aunque no consta que ahora esté haciendo una actividad de este tipo, y además "no consta la ocurrencia de nuevos hechos en los últimos años".
También le prohíbe salir de Espana sin permiso judicial y deber presentarse periódicamente en su comisaría más cercana.
LOS DOS ABUSOS ADMITIDOS
En cuanto a uno de los dos abusos admitidos, un denunciante le acusa de que en 2010, al quejarse el alumno de un dolor de espalda, el profesor le llevó a su despacho, donde le hizo tumbarse en una camilla y comenzó a masajearle, le tocó el cuerpo y los genitales, y en otras dos ocasiones le llevó a su despacho y abusó de él.
En 2011, el vicario provincial, avisado por el padre del entonces alumno, denunció al profesor, que dejó entonces el colegio.
El otro abuso admitido (de los cinco denunciados hasta este sábado) es de 2007, cuando, según otro denunciante, el profesor le daba un trato "inusualmente afectuoso" y, al tener una pequeña dolencia, le llevó a su despacho, le pidió tumbarse en una camilla, abusó de él y le dio 10 euros además de pedirle que no contara nada; en ocasiones posteriores le ofreció hacerle masajes pero el alumno (que dice saber de otros casos similares) se negó.