Desde el Partido Popular de Andalucía hemos iniciado una campaña para que se elimine en nuestra Comunidad Autónoma el impuesto de sucesiones y donaciones por tratarse, claramente, de un impuesto injusto, que grava toda una vida de trabajo y que está siendo un problema para muchas familias trabajadoras que no pueden pagarlo para recibir de sus familiares fallecidos el pequeño patrimonio familiar. Andalucía, Asturias y Cataluña son las regiones de España donde más se paga por este impuesto. Cantabria y la Comunidad de Madrid la que tienen este impuesto más bajo, prácticamente testimonial.
En torno a este impuesto ha habido y sigue habiendo mucha demagogia que es bueno aclarar. Desde determinadas opciones políticas siempre se ha pretendido identificar este impuesto con las grandes fortunas, pero la realidad de los datos demuestra que esto no es así. Las grandes fortunas pueden organizar su fiscalidad familiar para optimizar el pago de impuestos y realmente son las familias de clase media trabajadora, los comerciantes, los autónomos, los pescadores y los pequeños y medianos agricultores los más afectados por el pago de este impuesto en Andalucía. Primer dogma incierto, este impuesto no afecta a las grandes fortunas, afecta principalmente a los trabajadores. El segundo argumento que esgrimen desde la Junta de Andalucía para intentar escurrir el bulto es insistir en que es un impuesto estatal. Cierto es que el impuesto de sucesiones y donaciones está clasificado con un impuesto directo de carácter estatal pero las comunidades autónomas tienen cedida su gestión y recaudación y pueden, con total libertad, modificar los tipos como consideren oportuno. Fruto de esta dispersión tributaria en las España de las autonomías se da la circunstancia de que un andaluz con residencia en Andalucía pagaría cien veces más que lo que pagaría un madrileño con residencia en la comunidad de Madrid. La aplicación práctica del mismo demuestra la desigualdad entre españoles atendiendo a su lugar de residencia. Y el tercero de los argumentos para negar su reducción es el supuesto impacto presupuestario en la recaudación. Nadie quiere reconocer que en Andalucía cada vez se recauda menos por este impuesto porque muchas familias se ven obligadas a renunciar a su herencia y porque otras se “exilian” fiscalmente a otras comunidades para no tener que pagarlo, generando cada vez más, pobreza fiscal en nuestra comunidad. Los números demuestras que el impuesto de sucesiones y donaciones no supone ni siquiera un 2% del total de los ingresos tributarios de la Junta de Andalucía y, por tanto, es fácilmente ajustable dentro del presupuesto en los próximos tres años, tal como se plantea desde el Partido Popular de Andalucía.
Por lo anterior, con independencia de tu ideología y tu opción de voto, te pedimos que te unas a esta campaña y firmes a favor de su eliminación. Si queremos que se haga justicia con los andaluces en relación a otras comunidades autónomas, firma la petición. Un impuesto injusto, que graba el esfuerzo y el trabajo de toda una vida y que afecta principalmente a las familias trabajadoras, a los autónomos, comerciantes, pequeños y medianos granaderos, pescadores y agricultores poniendo en muchas casos en peligro la continuidad el relevo generacional en los negocios familiares.
Jerez
Sucesiones y Donaciones
Es un impuesto injusto, que graba el esfuerzo y el trabajo de toda una vida y que afecta principalmente a las familias trabajadoras
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