Por fin un partido tranquilo para el Cádiz CF, que sometió sin mayores problemas a una UD Melilla poco atrevido en el estadio Carranza.
Salvi estuvo de lujo y ahí se cimentó gran parte del triunfo, apoyado por el acierto de Lolo Plá y el temple de Jandro para abrir el marcador. Coser y cantar para un equipo que necesitaba un partido como este, con buen juego y un resultado tranquilo para recuperar el ánimo de la afición.
De entrada, Claudio proponía nuevos cambios en su once titular, aunque esta vez obligado por las ausencias y los imprevistos de última hora. Juanjo amaneció enfermo, por lo que se concedió la alternativa a Xavi Carmona en el lateral derecho, mientras que las bajas por sanción de Mantecón y David Sánchez volvieron a abrir las puertas de la titularidad a Nana.
En ataque, Güiza se sentaba en el banquillo, buena noticia porque la primera evaluación de su lesión lo había dado como baja segura. Y como titulares, Lolo Plá en punta y Jandro algo más retrasado con la idea de ganarse a una afición que lo había visto desaparecer de las convocatorias con la misma facilidad con la que entró en ellas.
El dominio cadista era más que claro, aunque no se traducía en goles. Las ocasiones iban llegando y destacaba el lateral derecho Xavi Carmona, que pese a ser un debutante cumplía en defensa y se animaba al ataque, disparando con peligro en varias ocasiones, pero sin suerte.
Ya desde el principio se veía que era un partido para la velocidad de Savi. El extremo pedía el balón en todas las jugadas, se iba como quería de sus marcadores y centraba una y otra vez... sin encontrar rematador. Más de un pase atrás suyo tras hilvanar jugadas preciosas se quedó sin ser gol al no llegar a su destinatario final. Pero la diana se olía, estaba al caer, era solo una cuestión de tiempo.
De esta forma, el enésimo pase atrás de Salvi tras hacer lo quiso por su banda sí encontró premio. Jandro abrió el marcador y se congració con una afición que ya dudaba de la idoneidad de su fichaje en el último mercado invernal.
Ese gol, sumado al buen juego desplegado por los amarillos, daba la tranquilidad necesaria para reanudar el encuentro en una segunda parte que sería un camino de rosas desde el minuto uno.
En la primera jugada del segundo tiempo, Salvi bajó de cabeza el balón tras un centro al área y su envío llegó a Lolo Plá, que anotó el 2-0. Y a partir de aquí no hubo partido.
Con Salvi en plan estrella, un rápido contragolpe se tradujo en el tercer tanto. Al sanluqueño le entró el último defensa, pero, con la moral por las nubes, no cayó en la antideportividad de tirarse al suelo y forzar una expulsión. Creyó en sí mismo, siguió corriendo y en pocos pasos lo vio claro. “Este se lo regalo a Lolo” debió pensar. Dicho y hecho. Toquecito sutil y Plá cerraba el marcador a placer. Un gol fácil en un partido fácil, eso sí, desde que se abrió la lata en la primera parte.
A partir de ahí, ambos equipos se respetaron. El Cádiz pareció bajar el pistón, sin dejar de buscar la portería, pero con menos ritmo, teniendo piedad de un rival entregado y guardando pólvora para partidos venideros.
Hasta hubo tiempo para que Jandro y Abel forzasen amarillas y Güiza regresara a los terrenos de juego tras acortar su plazo de baja.
Solo faltó que viera puerta Despotovic, que también tuvo sus minutos, pero no se podía pedir más en un partido inmaculado para los amarillos, que se marcan a sí mismos el camino a seguir.
