"La próxima visita será con dinamita". Quien arenga al grupo de manifestantes es nada menos que el actual alcalde de Cádiz, José María González, Kichi, micrófono en mano. Al lado, su actual pareja y líder de Podemos en Andalucía, Teresa Rodríguez, aguanta el altavoz. Entonces ambos eran desconocidos para la opinión pública.
El año, 2013; el lugar, la ciudad de San Fernando. El 24 de septiembre, en el Teatro de Las Cortes, San Fernando celebraba el 203 aniversario de las Cortes Constitucionales en la Isla de León. La bailaora Sara Baras, los historiadores Juan Torrejón Chaves y José Quintero, el comedor benéfico El Pan Nuestro serán y el Tribunal Supremo iban a recibir las Medallas de la Ciudad. Pero especialmente la conmemoración estaba dedicada ese año al Supremo, así que al margen de las autoridades locales, provinciales y regionales también acudió el entonces presidente del Alto Tribunal, Gonzalo Moliner, encargado de dar el discurso institucional. Cerca del teatro, separados por un cordón policial, un grupo de manifestantes no para de protestar.
El actual alcalde de Cádiz, José María González, alias Kichi, lleva con orgullo su pasado activista sindical y social, y como miembro del partido Izquierda Anticapitalista, donde conoció a su actual pareja y líder de Podemos en Andalucía, Teresa Rodríguez. Sin embargo, a la vista de las imágenes, una cosa es ser activista y otra un extremista. El Kichi que ahora rige los destinos de Cádiz es el mismo que agita a las masas en el vídeo, aunque ha moderado su discurso tratando de mostrar una cara amable, primero desde que fue elegido por la marca de Podemos en Cádiz para optar a la Alcaldía y, posteriormente, desde que ostenta el bastón de mando de la ciudad. Lo cierto es que aunque trate de mostrar una faceta mucho más amable, desde luego, la que se aprecia en el documento gráfico muy democrática no es que parezca.
A la protesta también acudieron miembros de la Plataforma de Parados de Cádiz, que amenazaron con "hinchar a palos" a "algún provocador o algún infiltrado" que hubiera en el grupo, ante lo cual Kichi reacciona con un entusiasmado aplauso,