El Ayuntamiento de Granada ha iniciado el proceso para la expropiación forzosa que requiere la tercera fase de reforma del barrio de Santa Adela, que supondrá la construcción de 128 nuevas viviendas en sustitución de las que se van a demoler con una inversión global de 12,3 millones de euros.
La concejal de Urbanismo, Isabel Nieto (PP), ha explicado a Europa Press que durante el pasado mes de marzo los técnicos municipales han ido "casa por casa" entregando las notificaciones a los afectados, con los que se han celebrado reuniones informativas para explicarles todo el proceso.
Junto a ello, se ha publicado en medios de comunicación la relación de propietarios, bienes y derechos afectados por la expropiación. También se han remitido al Boletín Oficial de la Provincia las notificaciones que no se han podido realizar en persona, de forma que "se ha cumplido todo el procedimiento", estando previsto que el periodo de alegaciones para los vecinos a los que se entregó la notificación en mano culmine a principios de este mes.
Ya se ha mantenido también una reunión con el arquitecto que tiene adjudicado el proyecto y los asistentes sociales han comenzado a hacer la radiografía social de las personas que habitan en estos inmuebles.
Una vez aprobada la relación de afectados por las expropiaciones, que pasará por Junta de Gobierno Local, se seguirá el mismo procedimiento para la tasación de los inmuebles, según ha relatado la edil.
De hecho, los técnicos ya han comenzado a visitar las viviendas para iniciar las valoraciones y el procedimiento de justiprecio.
"Todo el proceso arrancó el mes pasado. Ya se han mantenido dos reuniones de todo el equipo para organizar el trabajo, de forma que se desarrollen actuaciones en paralelo y se logre ahorrar el mayor tiempo posible", según ha relatado la concejal de Urbanismo.
La reforma de Santa Adela está siendo impulsada por el Ayuntamiento de Granada, la Junta de Andalucía y el Gobierno central en virtud del convenio suscrito por las tres administraciones, dando así respuesta a la reivindicación de los vecinos de regenerar este barrio, que ya ha sido objeto de dos intervenciones anteriores.
Con ellas, el Ayuntamiento de Granada demolió varios bloques en mal estado y construyó 406 nuevas viviendas para realojar a los vecinos.