Según el departamento vasco de Interior, cuando el agente salía por la mañana de su domicilio descubrió los restos del artefacto, que estaba compuesto por una botella con líquido inflamable, pólvora y varios petardos, y los desperfectos ocasionados en la puerta de la vivienda.
La Ertzaintza explicó que el artefacto había sido depositado durante la noche del jueves al viernes y no llegó a estallar en su totalidad, por lo que los daños ocasionados han sido menores.
Interior añadió que, tras tener conocimiento del suceso, el consejero Rodolfo Ares se ha puesto ya en contacto con el agente atacado para transmitirle “su apoyo y solidaridad”.
En la nota, “tanto el departamento de Interior como el Gobierno Vasco en su conjunto condenan rotundamente este nuevo acto de violencia irracional contra un agente de la Ertzaintza”.