El pasado 28 de abril, el Ayuntamiento anunció un acuerdo con la Autoridad Portuaria para la reordenación urbanística de 465.622 m2 en torno a la dársena del Batán, con el fin de “favorecer -decía- la interacción puerto-ciudad, que recoge ya el necesario desmantelamiento y traslado de las instalaciones de CLH y que cumpla con la normativa urbanística”.
Según los términos del acuerdo, el actual suelo industrial se va a recalificar de la siguiente forma:
-Una franja de 89.244 m2 paralela al río quedará para zona verde y equipamientos (veremos en qué proporción).
-Para viario se destinarán 81.256 m2.
-Un área de 112.781 m2, delimitada por la Avenida Juan Pablo II y la Carretera de la Esclusa, será suelo terciario (comercios, hoteles, oficinas), predestinado para Sevilla Park, que ahora pasaría de la “primera línea de playa” frente al río a la segunda. El proyecto consiste en crear el mayor centro comercial de Andalucía en este fondo de saco, aunque se haya camuflado detrás de un auditorio para macroconciertos y se colapse el puente de las Delicias.
-Y lo que queda al Sur de las dos zonas aprovechables anteriores, hasta la dársena del Batán, son 195.370 m2, que se destinarán a usos industriales, logísticos y portuarios.
En resumen, donde había 465.622 m2 para albergar proyectos industriales sólo se dejarán con el mismo uso 195.370 m2, un 58% menos.
Donde dije Diego...
Cuando en el mandato anterior el gobierno del PP que presidía Zoido decidió, como ahora hace Espadas en el puerto, modificar el PGOU con el fin de recalificar los suelos industriales de Altadis (sitos a escasos centenares de metros río arriba y en la misma margen derecha) como de uso terciario y de interés público y social, Espadas declaró lo siguiente:
“El uso principal de la parcela vuelve a ser terciario, para zonas comerciales, de hostelería y hoteles. Y tendremos, si Zoido sigue con sus planes, una sobrecarga de esos espacios en la zona central de la ciudad. A los centros comerciales y de hostelería ya existentes se añadirían la Gavidia, Altadis, la torre Pelli cuando se ponga en funcionamiento, el mercado de la Puerta de la Carne, las naves del Barranco….”.
Las declaraciones de Espadas iban en línea con las alegaciones de su partido, el PSOE, al convenio previo del Ayuntamiento con Altadis, en estos términos: “El desarrollo por parte de grandes empresas de determinados suelos terciarios que se está produciendo en la ciudad está teniendo ya efectos negativos sobre pequeños empresarios. Los desarrollos presentes y futuros de planeamiento para actividades terciarias en diversos lugares de la ciudad como Higuerón, Tablada, el proyecto Sevilla Park del Puerto de Sevilla, mercados de la Puerta de la Carne y de naves del Barranco, Gavidia, Ikea, exigen de un estudio global detenido para impedir que estas actividades limiten las que puedan desarrollar las pequeñas empresas. Por ello es necesario realizar ya dicho estudio, antes de proceder a más recalificaciones de suelo”.
...Digo Diego
Esto es lo que decían Espadas y el PSOE hace algo más de un año, cuando aún se hallaban en la oposición: antes de proceder a más recalificaciones de suelo (para pasarlos a terciarios) hay que hacer un estudio global del impacto de estas políticas urbanísticas.
Pues bien, ¿dónde está ese estudio previo? Ahora, una vez en el gobierno municipal, Espadas decide hacer lo contrario de lo que propugnaba en la oposición e impulsa una recalificación en el puerto que permita sumar a la ya enorme oferta existente en Sevilla 112.781 m2 de superficie terciaria más, a la que ya veremos con qué edificabilidad y con qué alturas máximas.
No tiene tampoco en cuenta Espadas, a pesar de que fue consejero de Vivienda y Ordenación del Territorio y viceconsejero de Medio Ambiente, lo que se dice en la memoria del Plan de Ordenación del Territorio de la Aglomeración Urbana de Sevilla (POTAUS): “El Plan parte de la constatación de la abundante oferta de grandes superficies comerciales en la aglomeración urbana, por lo que se apuesta por su reorientación hacia implantaciones de menor tamaño que permitan una mejor integración en las tramas urbanas de la ciudad existente”.
Oferta multiplicada
Desde la redacción del POTAUS y las alegaciones del PSOE contrarias a que Zoido recalificara el suelo industrial de Altadis como terciario y de uso público e interés social, se ha puesto en servicio la torre Pelli, que con sus edificios Podio añade 103.000 m2 más de edificabilidad terciaria, y la inmobiliaria Lar España Real Estate ha comprado una parcela de más de 123.000 m2 en la prolongación de la Avenida de la Raza, a escasa distancia por tanto de la dársena del Batán, para construir el que anuncia como el mayor centro comercial de Sevilla, con lo que en una distancia de pocos kilómetros nos podremos encontrar en la margen derecha del río con el complejo de la torre Pelli, Altadis, Sevilla Park y Palmas Altas Norte. ¿Hay quien dé más?
Si algo abunda en Sevilla es suelo terciario para comercios, hoteles y oficinas; y si algo faltan son industrias que creen empleo estable y de calidad en una ciudad con más de 80.000 parados desde hace cuatro años y medio, como exigieron en octubre de 2015 la patronal CES y los sindicatos UGT y CCOO en unas Jornadas con su correspondiente manifiesto (Sevilla enclave industrial) y que contó con la presencia y el apoyo del alcalde.
Allí, con el asentimiento de Espadas, se dijo que Sevilla necesita un crecimiento industrial “porque la crisis ha sido mejor soportada donde existe una industria potente, que ha servido de sostén frente a los embates de una economía especulativa”. Y también que la debilidad industrial de la ciudad contrasta con un “incremento desproporcionado de la terciarización, de forma que el sector servicios satura la demanda y lo que produce es poco peso en cuanto al valor añadido, más precariedad y más desempleo”.
Recalificación
Eso que denunciaban la patronal y los sindicatos es justamente lo que anuncia ahora Espadas que va a hacer al recalificar suelo industrial del puerto como terciario, justo cuando más empresas están pugnando por radicarse allí y en las instalaciones de los antiguos astilleros, con lo que hace lo contrario de lo que preconizaba para Altadis cuando se hallaba en la oposición y también hasta hace pocos meses.
Recién aterrizado en la Alcaldía (julio 2015), Espadas declaraba sobre la abandonada fábrica de tabacos en Los Remedios lo siguiente: “Hay que crear en Altadis un espacio de tecnología y emprendimiento. Vamos a lograr que ese suelo no sea un suelo comercial más, sino un espacio emblemático de innovación y tecnología”. Un espacio que luego ofreció para sede de la Singularity University.
El alcalde debería explicar a la Comisión de Seguimiento del PGOU, al Pleno municipal y a la opinión pública sus bandazos urbanísticos y por qué lo que según él no se podía hacer en Altadis (recalificación para uso terciario) sí se puede hacer en el 58% de la dársena del Batán; y lo que se debería hacer en Altadis (centros tecnológicos y de innovación), ha de limitarse, potencialmente, a sólo el 42% de ese área portuaria, cuando Sevilla está saturada de comercios y lo que necesita son industrias innovadoras.
Los señuelos
Con el caramelo de crear una franja verde paralela al río se recalifica como terciario el suelo que ocupa CLH para que con su venta más que probablemente a Sevilla Park le salga gratis el traslado de sus depósitos de carburante a otra zona (el pelotazo urbanístico pagará la reubicación, al igual que hizo Monteseirín con la Cruzcampo y Abengoa) y de paso el puerto se lleve también su buen bocado del pastel recalificado y vea alborozado cómo, según ha reconocido el propio Espadas, esta operación le prepara el escenario para su siguiente recalificación: las naves de la avenida de la Raza.
La Autoridad Portuaria ya no piensa aquí como un operador portuario, logístico e industrial, sino como un operador inmobiliario y comercial, en línea con lo que hizo el Ministerio de Defensa con sus cuarteles y suelos militares. El gran negocio estará en las recalificaciones, no en los barcos.
El alcalde ha recordado que el PGOU vigente recoge el desmantelamiento de los depósitos de carburante de CLH (llevarían ocho años fuera de ordenación) pero que él no ha querido generar “una reubicación traumática” (¿?), de lo cual se infiere que podría haberla impulsado y haber mantenido el uso del Batán como industrial para atraer nuevas industrias y centros tecnológicos (¿no se hablaba acaso en el PGOU de convertir esa zona en el distrito arroba de Sevilla, a imagen y semejanza de Barcelona?) a nuestra ciudad en vez de propiciar más centros comerciales.
Pero, claro, sin la recalificación no harán negocio CLH, Sevilla Park y la Autoridad Portuaria, una recalificación que se presenta ante la opinión pública como la “interacción puerto-ciudad”.
Y ahora ya sabemos cuál es el modelo de ciudad de Espadas: más de lo mismo.