Mucho se habló antes de la reciente final de la Liga de Campeones que de caer el Real Madrid en San Siro el técnico Unai Emery podría tomar papeletas para sentarse en el banquillo madridista la próxima temporada. Pero nada más lejos de la realidad, lo cierto es que el único de los dos finalistas que podrían optar por los servicios del de Hondarribia era y es, precisamente, el Atlético de Madrid.
Desde el pasado mercado invernal se viene hablando con ahínco sobre esta posibilidad, siempre y cuando el Cholo Simeone optase por abandonar el barco. Ahora, tras su segunda derrota en tres años en la competición de clubes más importante del mundo, el argentino no deja a las claras su futuro más próximo y podría optar por cambiar de aires y aventurarse en un nuevo proyecto.
De ser así, el Atlético de Madrid se verá obligado a rearmarse cuanto antes y buscar un buen director de orquesta para su filosofía de juego. Y Emery es uno de los que más gustan en el Vicente Calderón desde hace bastante tiempo. No quiere decir que por ello el vasco vaya a hacer las maletas si finalmente Simeone se marchara del Atleti, pero no es menos cierto que los madrileños tienen bien anotado el nombre de entrenador sevillista por si así fuera y no dudarán en tantearlo debido el momento y la oportunidad.
Aunque parece claro que Emery seguirá, al menos un año más, en la capital andaluza tras la consecución de su tercera Europa League y la clasificación para la próxima edición de la Champions. Además, Unai es un hombre de retos y querrá remendar su fiasco de esta temporada en la Liga de Campeones. Por lo tanto, lo lógico es que continúe, pero la lógica en el fútbol brilla por su ausencia. Mientras tanto, los atléticos aguardan los días de reflexión solicitados por Simeone antes de tomar una decisión. Casualmente, el Inter de Milán de Banega lo desea.
