Al menos 224 civiles, entre ellos 67 menores de edad, han muerto en Siria durante la primera semana del mes sagrado musulmán de ramadán, que comenzó el pasado día 6 de junio, en su mayoría por bombardeos de la aviación siria y rusa.
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos informó hoy de que los ataques sirios y rusos causaron 148 muertos, de los que 50 eran niños y 15 mujeres, mientras que 18 personas perecieron por la artillería del régimen de Damasco.
Otros 15 civiles murieron en bombardeos aéreos de la coalición internacional, encabezada por EEUU, y 12 en ataques de las facciones rebeldes e islamistas y del grupo terrorista Estado Islámico (EI).
El desglose del Observatorio indica que 13 personas perdieron la vida además por el estallido de un coche bomba y un atentado suicida con un cinturón cargado con explosivos.
Cuatro ciudadanos sirios fallecieron por disparos de los guardias de fronteras turcos, y tres bajo tortura en los centros de detención del régimen sirio.
La ONG también documentó que un niño pereció debido a la falta de tratamiento médico, un hombre fue ejecutado por el EI, y diez personas perdieron la vida por la explosión de minas, disparos y otras circunstancias.
"La santidad del mes de ramadán no ha logrado disuadir a los asesinos para que cesen sus permanentes crímenes contra los civiles sirios", lamentó en un comunicado el Observatorio.
El ayuno en Ramadán, junto al rezo, el testimonio de fe, la limosna y la peregrinación a la ciudad santa saudí de La Meca son los cinco pilares de la religión islámica.
Durante ese mes, los fieles deben demostrar devoción, piedad y generosidad con los demás, por lo que deben evitar la violencia o malas conductas.