Cáritas Diocesana presentó ayer en sociedad el proyecto @rropa, que fundamentalmente persigue el reciclaje de ropa usada y su posterior venta. Gracias a esta iniciativa, que está ya funcionando, la organización de la Iglesia ha empleado a quince mujeres con cargas familiares que se encontraban en situación de exclusión social.
El trabajo de reciclaje se lleva a cabo en una nave del polígono industrial Santa Cruz y el próximo paso será la apertura de un establecimiento en el centro de la ciudad, en el que se pondrá a la venta el género textil recuperado. Cáritas tiene actualmente distribuidos doce contenedores para la recogida de ropa usada en distintas iglesias y colegios, con intención de ampliar ese número a treinta antes de que finalice el presente ejercicio.
El director de Cáritas Diocesana, Francisco Domouso, dejó claro que no se pretende abrir al público “una tienda para pobres”, sino un establecimiento “de ropa reciclada dentro de una mentalidad moderna y europea”. Los beneficios que genere la venta de este género revertirán a su vez en el mantenimiento de estos puestos de trabajo.
La presentación pública de este proyecto contó con el respaldo de representantes de Cáritas Regional de Andalucía y de Cáritas Española, así como del obispo de Asidonia-Jerez, José Mazuelos; y de la teniente de alcaldesa de Empleo, Recursos Humanos y Deportes, Laura Álvarez.
Monseñor Mazuelos enmarcó esta iniciativa en la “lucha contra la economía del descarte” que abandera el Papa Francisco, toda vez que favorece la inclusión social de personas desfavorecidas que de este modo recuperan su “dignidad” a través del trabajo.
María José Durán, una de las quince beneficiarias de la iniciativa, agradeció la puesta en marcha de este proyecto en nombre de sus compañeras, para quienes supone “una gran ilusión” comprobar que la iniciativa “sigue adelante”, valorando por ello la “oportunidad” que se les brinda a la hora de volver al mercado laboral”.
La teniente de alcaldesa Laura Álvarez destacó el carácter integrador de esta iniciativa, así como la vocación de Cáritas de seguir ampliando y mejorando los instrumentos que pone al servicio de las familias. Álvarez subrayó el hecho de que este proyecto en concreto ofrezca a estas mujeres “un espacio para ilusionarse, para aprender y para apostar juntas por un futuro mejor”.
“Es una iniciativa con la que estas mujeres pueden compartir experiencias, recuperar la ilusión, sentirse útiles, y en definitiva estamos apostando por el emponderamiento, y por ello, esta iniciativa se merece todo nuestro reconocimiento y aplauso”, dijo.