El Ayuntamiento será “más flexible” con las asociaciones de vecinos y colectivos que organicen actividades al aire libre a partir de ahora. Así se lo está trasladando en los últimos días la propia alcaldesa, Mamen Sánchez, a los representantes vecinales que tenían en la cartera citas tan tradicionales como es el caso de la caracolá de Las Torres, y que finalmente han optado por suspender por los rígidos requisitos que les pedían a través de los técnicos el Consistorio jerezano. Estas exigencias, además de suponer el doble de trámites y papeleo que en la anterior legislatura, incrementaban considerablemente el gasto en concepto de tasas, seguros, proyectos y otros conceptos relativos a la seguridad.
El ejemplo más claro se ha dado esta última semana: la AVV Bellos Horizontes de Las Torres ha finiquitado una cita fija en el calendario de esta popular barriada como es la caracolá tras 15 años celebrándose después de que los vecinos hicieran cuentas y vieran imposible asumir los más de 800 euros que les demandaba el Ayuntamiento entre tasas (105), memorias técnicas (350) y seguro de responsabilidad civil (350). A ello había que sumar las posibles modificaciones a los proyectos que tuvieran que realizar, sin contar con los planos que tuvieron que entregar con la distribución de todos los elementos (escenario, vallas, barras,etc).
Teniendo en cuenta que ya de por sí estas y el resto de convocatorias que celebran como el Día de Andalucía “nos cuestan el dinero”, pero lo hacen para fomentar las convivencias, los vecinos han preferido quedarse sin caracolá antes que comulgar con unos requisitos que consideran excesivos y ven como la última puntilla para asfixiar a un movimiento vecinal que lleva años en la cuerda floja.
En Las Torres aún tienen fresca la última “jugarreta”, cuando mes y medio después de festejar el 28 de febrero montando un escenario con actuaciones de los más pequeños , una barra con bebidas y montaditos y poco más, recibieron “con nocturnidad y alevosía” una carta de un técnico municipal reclamándole105 euros de tasa por ocupar la vía pública. Cuando los vecinos pidieron explicaciones, en el mismo documento les llegaron a asegurar que si ocurría algo ellos (los técnicos de Urbanismo) eran los últimos responsables y podían ir a la cárcel”. “Yo todavía no conozco a nadie que haya ido a la cárcel por una fiesta en una barriada, a la cárcel se va por chorizo no por estas cosas”, apunta Francisco Jiménez, presidente de la AVV Bellos Horizontes, que confía en que a partir de ahora “esto se arregle”.
Ahora parece que el Gobierno local ha “reaccionado” y está buscando la fórmula para que los colectivos no tengan que renunciar a estas celebraciones pero sin bajar la guardia en seguridad. “Van a seguir pidiendo estos requisitos pero como subvenciones”, aclara Jiménez, atendiendo a las explicaciones que les dio la alcaldesa esta semana cuando contactó con él tras denunciar estas y otras cuestiones públicamente.
A partir de ahora habrá que esperar a próximas convocatorias vecinales para ver si es verdad que el Ejecutivo local flexibiliza las condiciones para que vecinos sigan dinamizando sus barrios. Y es que mientras algunos colectivos se la “juegan” obviando estas exigencias, otra parte ha optado por tirar la toalla, en detrimento de dar vida a sus barriadas que, en definitiva, es el último fin de este tipo de convivencias.
Ya hubo polémica en las zambombas
Los severos requisitos para celebrar eventos en la vía pública no vienen de ahora. Ya a finales del pasado mes de noviembre, en la temporada de zambombas, hermandades, peñas, asociaciones vecinales y hasta los comerciantes pusieron el grito en el cielo cuando en el nuevo bando para celebrar estas reuniones tradicionales de Jerez, que cada año van a más, el Ayuntamiento exigía la contratación de seguridad privada durante el espectáculo, la presentación de un seguro de responsabilidad civil o de la certificación por parte de un profesional colegiado que habilite al local a acoger el evento previa inspección, entre otros requisitos.