En el sur de Portugal, en la región del Algarve, no esconden la preocupación por las consecuencias del "Brexit", que amenaza con mermar un sector turístico en el que casi un tercio de los visitantes proceden del mercado británico.
El meridional Algarve, a unos 300 kilómetros de Lisboa y colindante con la región de Andalucía (sur de España), acoge a cerca de 1,7 millones de turistas británicos al año, un porcentaje comparable al de los visitantes portugueses que llegan desde otras regiones del país.
Ahora, la futura salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE) amenaza con reducir estas cifras y perjudicar a uno de los motores económicos de la región, por lo que los principales actores del sector no esconden su inquietud.
"En el Algarve el turismo británico representa un 30 % del total, es natural que haya preocupación. Tenemos que esperar para ver cómo todas estas dinámicas van a desarrollarse", dijo a Efe el presidente de Turismo del Algarve, Desidério Silva.
Desde esta entidad, que se encarga de gestionar la promoción del turismo de la región, ya están pensando en nuevas estrategias con las que compensar un eventual descenso de los turistas británicos y reforzar la promoción en otros mercados ya presentes como el alemán y el holandés, "que todavía tienen potencial de crecimiento".
"Ahora lo importante es reforzar esos mercados, reforzar las rutas aéreas con las ciudades de esos países y hacer promoción directa allí", consideró Silva.
Los datos aportados por la Asociación de Hoteles y Empresas Turísticas del Algarve (AHETA) certifican la relevancia que tienen las islas británicas para esta región.
Los ciudadanos del Reino Unido representan más de un 33 % de las pernoctaciones en el Algarve, unos 5,75 millones, y el aeropuerto de la región, situado en la ciudad de Faro, recibe a 1,8 millones de británicos al año, en torno al 54 % del total, si bien parte de ellos tienen el sur de España como destino final.
Aunque el Algarve está muy volcado hacia el turismo de sol y playa, otros tipos de turismo también se podrían ver afectados, como el del golf, pues los británicos suponen el grueso de los ciudadanos que frecuentan sus campos de golf, alrededor del 60 %.
Esta fuerte dependencia con el mercado inglés se remonta a cuatro décadas atrás y no ha dejado de crecer incluso en otras zonas del país: según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) luso, el número de pernoctaciones de británicos en todo el territorio portugués aumentó un 8,7 % en 2015.
"La economía del turismo del Algarve es demasiado dependiente del Reino Unido y las eventuales convulsiones económicas y sociales en ese país se reflejan negativamente y de forma muy profunda en los resultados turísticos y empresariales de la región", explican desde la AHETA.
Esta asociación no esconde su "preocupación" por la inestabilidad financiera creada en la secuencia del 'Brexit', que provocó el pasado viernes un revuelo en los mercados bursátiles de todo el mundo, con los inversores buscando refugio en valores más seguros como el oro o los bonos alemanes.
Los resultados del referéndum también causaron una fuerte depreciación de la libra, que perdió un 7,5 % de su valor frente al dólar y un 6 % respecto al euro, lo que desde ya tendrá consecuencias en el gasto que podrán afrontar los turistas británicos que lleguen al Algarve y los 50.000 que ya residen en la región.
"La libra se está desvalorizando y eso tendrá impactos en el comercio, en la restauración y en los negocios del Algarve. Habrá menos poder de compra", lamentó Desidério Silva desde Turismo de Portugal.
En la Asociación de Turismo del Algarve (ATA) se muestran más cautelosos y destacan que están seguros de que "a pesar de posibles caídas de la demanda, el Algarve continuará siendo el destino elegido para las vacaciones" de los británicos.
"Es necesario tener en cuenta que el Reino Unido no es sólo Inglaterra y que en Escocia y en Irlanda del Norte venció la permanencia en la Unión Europea", resaltó en declaraciones a Efe la presidenta de la ATA, Dora Coelho.
El turismo aporta a Portugal más del 10 % del PIB, de acuerdo con los datos de la Agencia para la Inversión y el Comercio Externo lusa (Aicep), y ha sido uno de los sectores en los que más se ha apoyado la recuperación económica de los últimos años.