Alejandro Sanz convirtió el concierto de este pasado viernes en el estadio Chapín en un auténtico deleite para sus más de 17.000 fans, pero también en un constante elogio hacia la provincia de Cádiz, hacia la tierra y hacia sus artistas, entre los que no podían faltar los de Jerez. De hecho, la noche la inauguró sobre las nueve y media todo un referente jerezano, Diego Carrasco, acompañado de Maloco. Su primer mensaje caló rápido entre el público y en la línea de lo que quería transmitir Alejandro Sanz: “Vamos a disfrutar de este rincón y de este soniquete, y que viva Jerez”.
El mensaje, la música y el ritmo calaron rápido. No fue la única sorpresa inicial. Le siguió otra pequeña actuación de la artista algecireña Tatiana Alves, sentada a su piano para compartir el placer y el honor de actuar una audiencia multitudinaria previo expreso deseo del propio Alejandro Sanz. Dos guiños a la provincia para empezar. El siguiente, el vídeo promocional de la ciudad que le vio nacer, Alcalá de los Gazules. Y, a partir de ahí, todo Alejandro.
El público no paraba de corear su nombre cuando apareció sobre el escenario a las 10,15 horas. Por delante dos horas y cuarto de un espectáculo que comenzó con los sones de Sirope y terminó con los de Pisando fuerte. Siempre pisando fuerte, y pleno de emociones en una tierra que ayer le reivindicaba desde el auditorio y desde el terreno institucional, ya que antes del concierto recibió el galardón de embajador de la provincia de Sin Límites Comunicación y Lola Rueda Turismo 2.0, y el premio Racimo del Ayuntamiento de Jerez por su defensa de la igualdad y su gesto aún reciente contra la violencia machista.
Tras el segundo tema, Quisiera ser, ofreció sus primera palabras de presentación: “Es una alegría estar aquí en Jerez, me siento muy feliz. Que sepáis que va a haber muchas sorpresas, emociones, y quiero empezar invitando a Pablo López. Viva Jerez y todos sus visitantes”. Y sí, fue la sorpresa inesperada, la de Pablo López, que interpretó dos temas junto a Alejandro, y un tercero en los bises.
Y Alejandro que seguía agradeciendo reconocimientos: “Soy embajador de la provincia, premio Racimo”, pero también la influencia de tantos artistas sobre su carrera, con recuerdo y dedicatoria “a Morao, a mi Chati y a la Paquera”, y, por supuesto, a Paco. “Yo no sería nadie sin Paco de Lucía, que me ayudó a estar aquí porque con él empezó todo”.
Poco después reconocería que estaba “en la gloria”, y lo aprovechó para presentar su nuevo tema con Marc Anthony. Deja que te bese.
“Este concierto es muy importante. Todos los días doy las gracias a Dios por darme esta suerte que para mí es muy importante”, prosiguió después de regalar una camiseta al público y recibir una pulsera de regalo. Le dio un beso y se la guardó, como el público guardará el recuerdo de una noche inolvidable en la que Alejandro Sanz volvió a hacer patria.
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