Es duro decirlo pero en San Fernando no se ha hecho nada importante -entiéndase, capaz de convertirse en un punto de inflexión en la economía de la ciudad- desde que se construyó Bahía Sur saltándose alguna cosilla que terminó con seis sentencias certificando sus ilegalidades.
Eso sí, las denuncias eran de la misma persona, pero las seis sentencias, por las que el Ayuntamiento tuvo que pagar peaje, eran todas contra las decisiones municipales.
Hay otras cosas que se han hecho, pero tan mal como el fusilamiento de Miguel Gila. Ejemplo, el Parque de la Historia y del Mar, Polígono Puente de Hierro o Polígono Fadricas 2, en el que se olvidaron poner la luz.
También se arregló el Real Carenero pero ahora no se sabe qué hacer con él y el edificio del molino de mareas del Zaporito, aunque no tiene molino que enseñar cómo se molían los garbanzos.
Lo que sí ha hecho los políticos, principalmente en tiempos electorales, han sido pintar proyectos, proyectar la ciudad virtual, generalmente sobre los terrenos que nunca ha tenido el municipio, los de Camposoto y San Carlos.
Porque tanto los andalucistas -éstos incluso pintaron un cementerio en la carretera de la Carraca cuando les dio la fiebre de cerrar el cementerio municipal y llevar los restos a la carretera de Medina- como los socialistas, han ideado maravillas en el suelo militar del Cefot-2 y el Racta.
Vienen ahora al caso estos proyectos por el anuncio de que Defensa está dispuesta a desafectar 17 hectáreas de suelo de Camposoto, afectado por Costas, por lo que el aprovechamiento turístico se quedaría en poco más de 6,5 hectáreas. El Gobierno dice que hará una contraoferta y el PP que hacer una contraoferta es confrontar con Defensa. Dios del cielo.
Todo ello para ese reencuentro tras la guerra desatada por Manuel de Bernardo -no se llevaban bien desde 2004- cuando en septiembre de 2008 aprobó la reserva de suelo de todo el sector de Fadricas hasta la Casería.
Miren ustedes. En el año 2002 se firmó el primer -y último- protocolo entre el Ayuntamiento y el Ministerio de Defensa -un protocolo es una declaración de intenciones, y ahí se quedó- por el que el ministerio estaba dispuesto a desafectar 360.000 del acuertalemiento de la playa.
Como se ve, es el doble de lo que se pretende ahora -para empezar- y sin embargo en ese suelo no cabía el proyecto andalucista que contemplaba un campo de golf de ocho hoyos, que es lo mínimo que se despacha, hoteles y viviendas. El proyecto del PA se quedó en el cajón de la mesa, entre otras cosas porque no se desafectó suelo y los políticos sólo se movían cada cuatro años.
Y claro, ir a Defensa con un planito, muy buenas intenciones pero sin una inversión cerrada, era como cuando fueron a pedir el trato especial para San Fernando por su servidumbre militar y llevaron “cuatro folios”, según dijo entonces la senadora María Jesús Castro Mateos. Y además, con un gobierno en Madrid de distinto color al de La Isla, aunque todos los gobiernos de Madrid era de distinto color al de La Isla en los 20 años de gobiernos andalucistas.
El proyecto de los andalucistas para Camposoto, de todas formas, era asumible en comparación con el que en 2007 presentó el candidato del PSOE, Fernando López Gil, que no sólo contaba con el suelo de Camposoto que iba a desafectar entero.
La virguería del PSOE
La infografía recogía el suelo militar y todos los alrededores, con una especie de lago artificial. campo de golf, vivienda protegida y sin proteger, parque temático de la sal, una torre mirador...
Era algo impresionante y tuvo que impresionar, porque además de que en Madrid estaban otra vez los socialistas gobernando, López Gil ganó las elecciones municipales. Luego no gobernó porque el PA se alió con el PP, con el que tuvo tres años de idilio hasta que se descubrió el robo de la caja municipal. Y había elecciones al año siguiente.
Sobre el suelo de los Polvorines de Fadricas -con los que se reatrasaron tanto que los pescó el Plan de Protección del Corredor Litoral Andaluz y ahora tienen que empezar todos los trámites de nuevo, además de que el PGOU en vigor los contempal como suelo no sectorizados- se pintaron hasta tres piscinas municipales, precisamente cuando la gente se estaba quejando de que en La Isla, con 100.000 habitantes, no hay una piscina municipal.
Se ha pintado en los suelos del Janer, únicos desafectados pero que no son municipales sino de la Zona Franca y en los distintos proyectos se puede ir viendo cómo la torre mirador cada vez tiene menos pisos y el proyecto cada vez menos zonas verdes.
Con el Gobierno de Loaiza se cambió un poco la forma de publicitar los proyectos y las infografías quedaron a un lado. El anterior alcalde optó por una proyección pseudotridimensional y en vez de llenar la ciudad con folletos sobre cómo iba a quedar la antigua sede de la Cruz Roja, le puso un forro sobre el que andan pidiendo el coste de todo este tiempo. El levante, finalmente, se llevó la ilusión un día de este ventoso agosto.
Y se pintó y repintó en los suelos de San Carlos, todo ello sin contar con que en cuantos terrenos han hecho dibujitos infográficos eran terrenos ajenos. O sea, que han demostrado unos detrás de otros que mandar pintar, mandan, pero pintar no pintan nada.