Medio centenar de equipos que participan en la Olimpiada de ajedrez de Bakú, entre ellos el de España, han firmado una petición para abolir la normativa para ir al baño durante las partidas, introducida por la Federación Internacional (FIDE) para evitar trampas de los jugadores.
Judit Polgar, capitana del equipo de Hungría; Jonathan Speelman, de Inglaterra; Yasser Seirawan, de Estados Unidos, y el español Jordi Magem son algunos de los firmantes del escrito en el que se solicita la supresión de la nueva regla que exige a los jugadores informar a un árbitro cada vez que quieran ir al baño.
La FIDE introdujo la norma para evitar que los jugadores puedan hacer uso de computadoras cuando van a los lavabos, como se ha constatado ya alguna vez.
Para los firmantes, la regla es absurda y humillante y, además, puede constituir una ventaja para los adversarios de jugadores nerviosos, de edad avanzada o enfermos, según informa la página especializada Chess24.
El reglamento prohíbe desde hace años entrar en la sala de juego con aparatos electrónicos o con teléfonos móviles. Si suenan durante la partida, su dueño pierde.
También se han ensayado, en competiciones importantes, la implantación de inhibidores de ondas y detectores de metales. La normativa para ir al baño es la más reciente iniciativa para combatir el uso fraudulento de computadoras, capaces de analizar millones de combinaciones por segundo.
Los firmantes del escrito señalan que "los baños siempre han sido considerados parte del Área de Juego, lo que hace que esta regla sea absurda y humillante para los jugadores, que no tienen por qué discutir sobre sus funciones biológicas con los oficiales de la FIDE".
"Incluso los árbitros pueden tener la necesidad de ir al baño en algún momento, y sería inaceptable que los jugadores que tengan mucha necesidad tengan que esperar a que retornen", advierten los capitanes firmantes.
La demanda subraya que "debido al estrés provocado por el ajedrez, muchos jugadores van al baño repetidamente durante sus partidas" y entienden que "esto, de ninguna manera implica que estén haciendo trampa, sino simplemente que están nerviosos. Jugadores mayores y en ciertas condiciones médicas también podrían dirigirse a los baños con bastante frecuencia".
También advierten de una posible ventaja para el adversario del jugador que va al baño. "El hecho de informar al árbitro da información a su oponente, quien podría decidir realizar su jugada rápidamente mientras corre el reloj de su rival. Ningún jugador debería tener la obligación de realizar una acción que pueda favorecer a su oponente".
"Respetuosamente, sugerimos que no es el papel de la FIDE el de penalizar a los jugadores por su nerviosismo, edad o condición médica, y confiamos en que esta regla nociva será rescindida", concluye la petición.
La Olimpiada de ajedrez, una de las competiciones de más prestigio en el juego-ciencia, reúne en la capital de Azerbaiyán a 2.500 jugadores -hombres y mujeres- de 180 países.