La junta directiva de la Federación de Asociaciones Vecinales Objetivos Comunes ‘OCO’ celebró ayer el quinto acto de la campaña ‘No puedo verlo. No quiero verlo’ para denunciar el estado de las viviendas protegidas.
Este año se cumple una década del registro de las viviendas en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz como Bien de Interés Histórico-Artístico, además de ser una de las construcciones catalogadas del Movimiento Moderno Docomomo Ibérico.
La presidenta de OCO, María Cantos, denunció las condiciones insolubles de las viviendas y reclamó la descatalogación, pero no la inversión de los 24 millones de euros prometidos por la Junta de Andalucía para la rehabilitación integral de las viviendas. “Pedimos que se descatalogue para que los propietarios tengan libertad, con límites, para rehabilitar sus viviendas. No estamos de acuerdo con la inversión pública porque son viviendas privadas”, dijo Cantos.
Desde OCO exigen la descatalogación por temor a que la zona, en pleno centro, se convierta en un gueto.