La campaña especial de vigilancia en las carreteras convencionales de la provincia de Huelva, desarrollada por la Dirección General de Tráfico (DGT) entre los días 3 y 9 de octubre, ha finalizado con un total de 7.910 vehículos controlados, 680 vehículos denunciados --el 8,6 por ciento-- y 709 denuncias formuladas. La mayoría de las denuncias formuladas durante esta campaña ha sido por exceso de velocidad. En concreto, 450 de las 709 denuncias han sido por esta causa, lo que supone el 63,4 por ciento del total.
Según ha explicado en una nota la Subdelegación del gobierno, estas cifras en cuanto a velocidad quedan lejos de las 51 denuncias por infracciones de requisitos administrativos, las 39 por dar positivo en la prueba de alcoholemia o las otras 39 denuncias por no llevar puesto el cinturón de seguridad, el casco o no hacer uso del Sistema de Retención Infantil (SRI).
Otras causas de las denuncias han sido las insuficiencias técnicas del vehículo (34) o el uso del teléfono móvil, auricular o cascos durante la conducción (16).
Esta campaña se ha encuadrado dentro de los planes anuales de la DGT para concienciar a los conductores de comportamientos adecuados al volante. Uno de los objetivos en la nueva Estrategia de Seguridad Vial 2011/2020 es mejorar la seguridad vial en las carreteras convencionales a través de una mejora del diseño de las mismas y con la obtención de comportamientos más seguros por parte de los conductores.
Así, uno los objetivos principales de esta campaña es conseguir comportamientos más seguros de los conductores que circulen por estas vías que son las más peligrosas, pues presentan una alta siniestralidad, a pesar de que su densidad de tráfico no es demasiado elevada.
De hecho en la provincia de Huelva, las carreteras convencionales acumularon el año pasado el 78 por ciento de las víctimas mortales en accidentes de tráfico.
EL EXCESO DE VELOCIDAD Y LOS ACCIDENTES MORTALES
En el 19 por ciento de los 16 accidentes mortales registrados en 2015 en las carreteras onubenses estuvo presente la velocidad inadecuada como causa directa, un dato que evidencia que la consideración de la velocidad como factor de riesgo todavía no ha adquirido el mismo nivel de aceptación entre los conductores que la incompatibilidad entre el consumo de alcohol y la conducción, por ejemplo.
Y eso que, incluso con pavimento seco, si se circula a 120 kilómetros por hora y percibimos un peligro, es necesaria una distancia superior a un campo de fútbol para detener un turismo.
En este sentido, desde la subdelegación del Gobierno han querido señalar que "hay que tener en cuenta que llevar una velocidad adecuada podría evitar prácticamente una cuarta parte de los muertos en accidente de tráfico contabilizados a nivel nacional". Asimismo han recordado que a partir de 80 kilómetros hora es prácticamente imposible que un peatón se salve en un atropello, mientras que a una velocidad de 30 kilómetros por hora, el riesgo de muerte del peatón se reduce al 10 por ciento.