Como de un calcetín se tratara, el Recreativo Club Portuense está desconocido, irreconocible, nada que ver con el equipo que deslumbró e ilusionó en los primeros compases ligueros. No pasa por su mejor momento. De eso no cabe la menor duda.
Lo cierto es que los números no le salen al equipo rojiblanco que parece haberse instalado en la depresión.
Una semana más la realidad es la que marca la dinámica negativa que lastra una jornada más. Más de un mes sin conseguir una victoria han encendido todas las alarmas en la parroquia rojiblanca, que ve cómo un equipo que arrancó la competición con brío y fuerza se ha ido diluyendo con el paso del tiempo sin que se sepan muy bien los motivos ni las causas.
Lo cierto es que cinco jornadas sin vencer, cuatro de ellas con derrota, no hacen ser demasiados positivos en una remontada que se antoja obligada este domingo en otra nueva reválida a domicilio.
De 15 puntos posibles, el Recre Portuense ha sumado un pírrico punto, colocando a los de Carlos Camacho en la zona media (11º) en una tesitura compleja ante la adversidad que se eterniza. Ante la Bazán (domingo a las 12 del mediodía) deberá cambiar, no solo de actitud, sino de una mejor disposición para revertir una racha que no parece encontrar un final feliz.
Sea como fuere, el Recre debe empezar a cambiar su suerte y comenzar a voltear unos resultados que no se ajustan a lo ofrecido anteriormente y que no satisface a las pretensiones y a las ilusiones primeras de realizar un campeonato óptimo.
