Hace justo una semana, el Ayuntamiento anunciaba que había iniciado el proceso para declarar zonas acústicamente saturadas (ZAS) la calle San Pablo y las Plazas del Clavo y Vargas. Esta última ya lo fue hace años, pero al tratarse de una designación temporal sometida a revisiones y mediciones acústicas esta declaración está supeditada a los resultados de dichos controles, que en este caso consideraron oportuno retirar tal calificación. De ahí que los vecinos, que desde hace años adornan sus fachadas con pancartas reclamando su derecho al descanso hartos de denunciar los incumplimientos de las licencias de los locales de copas de la zona, no tengan fe alguna en su regreso al mapa ‘ZAS’ para recuperar la tranquilidad.
“Es una medida temporal y no sirve de nada y a la vista está porque ya fue zona acústicamente saturada hace 10 años. El problema no se soluciona declarándola zona ZAS -aunque ello pueda conllevar según el decreto 2012 la reducción de los horarios de los negocios- sino aplicando la normativa que ya existe, es decir, cumpliendo los horarios de cierre”, señala el presidente de las Asociación de Vecinos Centro Histórico, Alejandro González, que defiende los intereses de los residentes de la Plaza Vargas. Por ello, el representante vecinal es tajante ante los ofrecimientos de Asunico de sentarse para intentar llegar a acuerdos entre los vecinos y los locales de copas de la zona, como se está haciendo en la calle San Pablo, al entender que el modelo de convivencia vecinos-hosteleros de esta última, que en los últimos años se ha convertido en el punto de encuentro de los jerezanos cada fin de semana, es el que hay que ‘exportar’.
Los inicios no fueron fáciles ni han estado exentos de problemas, como reconoce el presidente de Asunico, Manuel García, pero tras mucho diálogo y contactos con el Ayuntamiento fueron ellos los que por iniciativa propia registraron un escrito solicitando que la zona comprendida entre San Pablo y Calle Caballeros, en el tramo entre la Plaza Arenal y San Pablo, con nueve negocios hosteleros y de copas, fuera declarada zona ZAS.
“Buscar el equilibrio”
Detrás de esta solicitud a la que ahora el Ayuntamiento ha dado luz verde extendiéndola a otros puntos por las denuncias de oficio de los particulares, se escondía el temor de que los locales disponibles en este vial, en esa época dos, se instalarán más negocios de hostelería que crearan más tensión con los residentes.
Lo hicieron “por sentido común”, resalta Manuel García, que es partidario de sentarse y reflexionar sobre “cuál es el modelo de centro que queremos” y defiende la necesidad de “buscar el equilibrio” entre el ocio y el descanso, pero sin pasar por alto que en los últimos años ha sido el sector de la hostelería, tal y como subraya, “el que está resucitando un centro por el que antes daba miedo circular por la noche; no puede ser que todo sean problemas”, sentencia.
