San Fernando vivió anoche un acto especial como preludio de la clausura oficial del Año Jubilar de la Misericordia.
El paso de misterio de la hermandad de la Misericordia, presidió la peregrinación de todas las hermandades de penitencia y gloria de San Fernando, desde el templo pastoreño hasta la iglesia Mayor parroquial. Fue un largo cortejo donde hubo mucha seriedad, aunque las paradas la rompían a veces. La plaza de la Pastora estaba expectante por ver la salida del paso de misterio.
Un paso que mostraba una imagen inédita en la calle, con Jesús de la Misericordia con una túnica morada de bordados finos, y una mujer Verónica que también lucía manto morado, mientras Simón de Cirene vestía a modo de la etapa romántica. Anturios rojos fue el principal exorno de un paso que salió con el silencio de la plaza.
En la puerta del templo, la alcaldesa de San Fernando, Patricia Cavada, dio los tres toques de llamador. Comenzaba asi el peregrinar de todas las hermandades en silencio.
Todo transcurrió con puntualidad inglesa. Toco con excepción de la recogida del paso, pero eso se preveía. A las 20,58 el paso de la Misericordia tocaba fondo en el interior de la iglesia Mayor parroquial y comenzaba la ceremonia arciprestal de cierre del Año de la Misericordia. El arcipreste, Alfonso Gutiérrez Estudillo presidió una ceremonia que estuvo concelebrada por el párroco de la Pastora, Luis Palomino Millán; y el vicario parroquial de San José Artesano, Juan Ramón Rouco, entre otros.
La Coral Logar de la Puente marcó la entrada del paso en el templo con el himno de la Misericordia. Curiosamente, era el segundo año consecutivo en el que el titular de la hermandad entraba hasta el altar mayor del primer templo parroquial, ya que en 2015 lo hizo en el Vía Crucis de las Hermandades y Cofradías. El arcipreste valoró la celebración del Año Jubilar, en una ceremonia donde participaron cofrades de distintas hermandades.
No se extendió demasiado y poco antes de las 22.00 horas, el paso de misterio de la Misericordia salía de la iglesia Mayor con una plaza llena de público y con los sones que ponía la agrupación musical Esencia Tres Caídas. Unos sones de agrupación que cambiaron totalmente la imagen del paso en la calle y que provocaron aplausos en no pocas ocasiones, que pudieron escuchar los hermanos cargadores de la hermandad de la Misericordia. Para no faltar, no faltó ni una saeta en la calle General García de la Herrán, donde Caro Castilla le cantó al Nazareno de la Pastora.
Tenía la recogida prevista a la 1.30 horas, pero se retrasó. Una noche espléndida, de suave temperatura y sin viento hacía que el paso luciera esplendoroso por el itinerario escogido para su vuelta, con grandes momentos en la calle General García de la Herrán, ante el convento de las Capuchinas o en la calle Jesús de la Misericordia y su barrio. Gran parte de las calles estaban exornadas para la ocasión.
Pasadas las 2.00 de la madrugada, el paso de la Misericordia llegaba a la plaza de la Pastora y terminaba una noche de emociones y de sabor cofrade.