El portavoz parlamentario socialista, Antonio Hernando, ha insistido este jueves en el "rechazo casi seguro" de su grupo a los Presupuestos Generales del Estado (PGE) pero ha dejado claro que, si el Gobierno puede superar los vetos que planteen los distintos grupos, sí están dispuestos a negociar enmiendas en las distintas secciones para intentar introducir sus prioridades.
Que el Gobierno hable con todas las comunidades autónomas y con todos los grupos parlamentarios y traiga un techo de gasto asumible"El año pasado presentamos miles de enmiendas y se nos rechazaron prácticamente todas, pues este año no será tan fácil, pero creo que con todo y con eso el conjunto de los Presupuestos no lo vamos a apoyar. Lo digo con bastante rotundidad, o con rotundidad absoluta", ha dicho en una entrevista en RNE, recogida por Europa Press.
Hernando también ha recordado que los socialistas están dispuestos a hablar del techo de gasto "siempre que sea suficiente para que las comunidades autónomas puedan atender los servicios públicos". De hecho, espera que el Gobierno "sea flexible en un momento en que la economía española está creciendo" y permita a las comunidades un déficit superior al 0,4 o 0,5 por ciento del PIB.
"Que el Gobierno hable con todas las comunidades autónomas y con todos los grupos parlamentarios y traiga un techo de gasto asumible", ha añadido.
En cuanto a los Presupuestos, ha dejado claro que, aunque el PSOE los rechazará casi seguro, sí está dispuesto a mejorar las condiciones de vida de los ciudadanos y también a intentar llevar a cabo sus propuestas electorales. Y ha puesto como ejemplo la necesidad de más medios contra la violencia de género.
Por otro lado, ha insistido en que el PSOE hablará con el Gobierno en el seno del Pacto de Toledo para el futuro de las pensiones. En este asunto, la propuesta socialista es mejorar el sistema a través de impuestos, pero no con impuestos destinados solamente a algunas pensiones, como las de viudedad, sino a financiar el conjunto del sistema.
Además, ha incidido en que los socialistas quieren un sistema de pensiones que siga siendo público y de solidaridad intergeneracional, y no pasar a uno de aseguramiento privado.
