Día 8 de diciembre y el Gobierno municipal está contado los votos de cada uno de los proyectos presentados a los Presupuestos Participativos 2017, una iniciativa que el Gobierno municipal ha puesto en marcha por segundo año consecutivo aunque los proyectos que se aprobaron el pasado año siguen sin ejecutarse. En cierto modo algo normal por cuanto en la mayoría de los casos se trata de proyectos que no se instruyen y construyen en un solo año.
El próximo Pleno o un Pleno extraordinario en este mes de diciembre puede ser la ocasión para aprobar las cuentas del año que viene, con el toro detrás, porque en caso contrario habría que prorrogar los de este año y los proyectos de los Presupuestos Participativos quedarían en entredicho. Los proyectos y los Presupuestos Participativos.
Para que al equipo de Gobierno le cuadren las fechas y pueda aprobar las cuentas, no puede dilatarse lo más mínimo y en todo caso, tener un tercer partido que apoye el Presupuesto y tener atado y bien atado. La incertidumbre para el ciudadano y los colectivos está servida y para el Gobierno municipal, depende de lo que se hayan movido políticamente.
Los proyectos aprobados en los Presupuestos Participativos van a sumar menos del cinco por ciento del presupuestos total el Ayuntamiento y lo único que conoce hasta ahora la opinión pública es que hay 18 proyectos de los se elegirán los que se pretenden hacer, pero del 95 por ciento restante de las cuentas públicas no se sabe nada.
Esas son las dudas del partido político Plataforma 3R, que como no tiene representación municipal nadie le pregunta qué va a votar pero independientemente de que no pinte nada en las soluciones, hace uso de su derecho a preguntar públicamente, porque desde el Ayuntamiento no le responden a ni una de las preguntas que deposita en el Registro Municipal sobre los más diversos temas.
La pregunta, en este caso es “qué nos tiene preparado la señora (Patricia) Cavada para dentro de unos días, en cuanto a los Presupuestos Generales de la ciudad, el principal instrumento político de los gobiernos municipales, si serán prorrogados automáticamente, ateniendo a los criterios de la Ley de Haciendas Locales el próximo 31 de diciembre o bien se aprobará el próximo Pleno”.
Si fuera de esta última forma, 3R denuncia que se haría a pesar de que la ciudadanía no sabe nada de cuáles son las medidas correctoras que debería de implementar la alcaldesa para encontrar solución a las “alicaídas” cuentas públicas de esta ciudad. Y si no se conocen porque no existen esas medidas correctoras, es “porque nos llevara al abismo presupuestario también, como en otras tantas actuaciones políticas o en honor a la verdad, a la falta de políticas”.
Como a la Plataforma 3R no le contestan a ninguna pregunta, no le queda más remdio que aventurar lo que va a pasar y apuesta que será “más de lo mismo que nos ha traído hasta aquí, nos atiborrarán de gasto corriente, seguiremos con una deuda municipal insoportable que está condenando a esta ciudad, a los isleños presentes y futuros, a este destierro de nuestra dignidad como ciudadano y alimentando el estado de una ciudad moribunda, como ciudad”.
Una predicción nada positiva y que se basa en la falta de inversión y mantenimiento, que dado el esquema habitual, supondrá una horquilla del 6-8 por ciento de ese presupuesto, mientras que “seguiremos manteniendo empresas públicas en causa de disolución, que ya hasta desahucian o patronatos deportivos, con serios problemas económicos-financieros y que son auténticos chiringuitos clientelares a costa de los isleños”.
La clase política –sigue 3R con su personal presupuestos que dice que aprobará la Corporación, seguirá costando un tercio de capítulo de inversiones “y con unos niveles de opacidad insostenible”, dado que la información que tiene el isleño de sus cuentas públicas data de 2013, como se puede comprobar en la Web Municipal. Y ya como colofón, “la inexistencia de medida alguna que corrija estos desequilibrios y déficits que ya son insostenible”.
3R insiste en repetir lo que esta ciudad necesita urgentemente, que no es otra cosa que medidas de reestructuración del organigrama municipal; una refinanciación de su deuda municipal y por último, la recapitalización de sus cuentas públicas, así como de un Plan Estratégico como ciudad que determine qué hacer con ella en el próximo lustro y que permita sacarla del “boquete” en el que se encuentra.
Las primeras medidas pueden ser, por ejemplo, recortar un 10 por ciento el sueldo a los concejales; quitar un 20 por ciento a las asignaciones públicas a los grupos municipales y cesando a los nueve cargos de confianza el próximo 1 de enero. “Y no este cúmulo de frivolidades y ocurrencias políticas de la que nos alimentan a diario”.