El Instituto de Educación Secundaria Menéndez Tolosa de La Línea de la Concepción ha pasado a denominarse IES Tolosa, después de que la Consejería de Educación haya aceptado el cambio del nombre que se acordó en un Consejo Escolar celebrado en octubre de 2016.
Así lo publica hoy el Boletín Oficial de la Junta de Andalucía (BOJA), que apunta que "la denominación específica aprobada se inscribirá en el Registro de Centros Docentes".
"Es una burla a la Ley de Memoria Histórica"
El Foro por la Memoria del Campo de Gibraltar considera el cambio de denominación, “una burla y una falta de respeto hacia la Ley de Memoria Histórica”, según indica el presidente el Foro por la Memoria del Campo de Gibraltar, Andrés Rebolledo.
Precisamente por ello, Rebolledo ha anunciado a VIVA que “nuestra posición es muy clara y no vamos a dejar de luchar”. Así, ya han presentado escritos ante la Junta de Andalucía, la Consejería de Educación, la delegación Territorial y ante la dirección general de Memoria Democrática.
“Seguiremos trabajando con la Ley de Memoria Histórica en la mano”, afirma Rebolledo. Y aunque en el foro son conscientes de que el cambio de denominación fue propuesto por el Consejo Escolar, la “delegación de Educación tendría que regirse por la Ley de Memoria Histórica, lo que pasa es que le echa la responsabilidad al Consejo Escolar”.
Esta redacción ha contactado hoy con el director del instituto, quien aún no ha dado respuesta a los motivos por los que se optó en el Consejo Escolar por la denominación de Tolosa al centro.
Reivindicación
El Foro por la Memoria del Campo de Gibraltar presentó en 2015 un escrito al consejero de Educación, Luciano Alonso, solicitando el cambio del nombre del centro educativo.
Apuntaban que “en esta ciudad, el 19 de julio de 1936, tropas regulares sublevadas llegadas desde Algeciras dispararon contra una multitud de civiles desarmados que junto al cuartel de Ballesteros expresaban su apoyo a los militares que en este edificio habían mantenido su lealtad al Gobierno de la República. Los disparos causaron decenas de muertos, entre hombres, mujeres, ancianos y jóvenes. Ese mismo día, los sublevados apoyados por miembros de la Falange empezaron en La Línea los fusilamientos sin juicio previo que en el verano de 1936 se cobrarían la vida de unos trescientos vecinos de La Línea. Cinco meses antes, el 90 por ciento de los votantes linenses había dado su apoyo al Frente Popular”.
