Andrés Cerrillo, presidente del festejo, con una puntualidad inglesa y cuando el reloj de la plaza marcaba las 19.30 horas en punto ordenó que se iniciara el paseíllo, haciéndolo los caballeros rejoneadores bajo los sones del pasodoble de Miguelín, interpretado por la Banda Municipal Amando Herrero.
A la muerte del quinto toro de la tarde se produjo lo más emotivo del festejo al interpretarse, como suele ser habitual en Las Palomas en los últimos años, el Himno de Andalucía, con el público puesto en pie y tronando una gran ovación a la finalización del mismo.
Festejo
Joao Moura padre abrió plaza con el número 48 de 525 kilos, el que de salida pasó totalmente de embestir a la cabalgadura, manseando y estando en el ruedo a su bola sin hacer ni caso al rejoneador. Síntoma que tuvieron el resto de los toros de Tassara, siendo silenciada la labor del veterano rejoneador.
Antonio Domecq hizo su clásico toreo a caballo ante un toro manso al que le cortó una oreja.
Álvaro Montes recibió al suyo en la puerta de chiqueros con la garrocha, no empleándose el de Tassara y al final tras caldear y llegar más a lo tendidos que sus antecesores cortó una oreja con fuerte petición de la segunda.
Curro Bedoya también cortó una oreja y le fue pedida levemente la segunda en una toreo a caballo entre dos aguas.
Joao Moura hijo estuvo valiente, haciendo las cosas por derecho y apuntando un gran futuro. Cortó una oreja.
Ribeiro Telles hijo cerró plaza y feria cortando una oreja con petición de la segunda gustando mucho su doma.