La actuación de un negociador de la Policía Nacional ha permitido detener en Chile al cobrador del rescate de un falso secuestro o "secuestro virtual" en España, que pretendía extorsionar a un hombre de Zaragoza al que exigía 10.000 euros haciéndole creer que su hijo estaba secuestrado.
El número de llamadas registradas en España con falsos secuestros de familiares se han multiplicado por diez en el último año, ha informado la Dirección General de la Policía.
Desde el surgimiento de los llamados "secuestros virtuales" en 2015, la Policía ha esclarecido junto a las autoridades chilenas -país de origen de estas actividades delictivas, según la policía- la procedencia de las llamadas y han detenido a varios cobradores de los rescates.
Ese año, más de 200 personas recibieron en España estas llamadas fingiendo el secuestro de un familiar, unas extorsiones telefónicas que permitieron a los autores cobrar en un 6,7 % de los casos un rescate, sumando la cantidad total de 10.150 euros.
En 2016 la cantidad de víctimas aumentó "considerablemente" hasta llegar a 969 y se efectuaron pagos en un 4,3 % de los casos, que ascendieron a más de 41.000 euros.
En lo que va de año, ya se han registrado 231 llamadas y se ha realizado el pago en ocho ocasiones, con unos 12.000 euros estafados.
Por ello, la Policía pone en marcha desde hoy una acción de comunicación a través de las redes sociales y en las distintas charlas y encuentros que los delegados de participación ciudadana realizan en centros educativos y asociaciones vecinales, de mayores o comerciantes.
Así, intensificará los mensajes a través de sus perfiles en Twitter y Facebook con unas sencillas pautas para que los ciudadanos conozcan como actúan estas redes criminales y evitar que caigan en esta estafa.
Entre ellas, la policía advierte de que los intentos de secuestros virtuales provienen de llamadas inesperadas con número oculto o con prefijo 0056 o +56.
Las víctimas suelen sufrir episodios de pánico cuando reciben una de estas llamadas, lo que les provoca situaciones de bloqueo y les impide avisar a la policía o efectuar cualquier comprobación, por lo que la policía aconseja mantener la calma y no realizar ningún pago de manera rápida como exigen los extorsionadores.