La primera ovación de la noche fue para el recuerdo de María la Hierbabuena al cumplirse un año de su adiós después de guardarse un minuto de silencio de manera respetuoso ante todo un referente perdido pero inmortal, al recordarse su pérdida de manera sincera.
Bonito detalle que no debiera perderse. En cuanto a la sesión en sí, destacar la presencia sevillana con la mitad de la función llegadas desde tierras hispalenses, demostrando la pujanza del Carnaval de Sevilla.
O
tra noche más, y van, hubo que esperar hasta el final de la misma para encontrar el atractivo de la función. Hasta entonces nada de nada. Escaso nivel de calidad.
El que no desaprovechó la ocasión fue la chirigota de El Selu con ‘Mi suegra como ya dije’ que dejó en el cajón a Juan y se marcó otro de esos tipos que están diseñados con guante para esta agrupación. La interpretación del grupo es tal y tan conseguido, que pocos se enfundan como lo hace ésta con tanta dedicación y calidad.
Un espectáculo asegurado que desgranó todo un repertorio lleno de ingenio y de gracia. Una barbaridad. Como los que estas suegras derrochan sobre las tablas. El primer premio justificó su galardón llamando de nuevo con fuerza.