El que fuera secretario general del Ayuntamiento hasta el año 2003, Miguel Ríos, falleció en la jornada del viernes de forma repentina, recibiendo sepultura ayer sábado tras al misa de corpore insepulto que tuvo lugar en la Iglesia Mayor de San Pedro y San Pablo.
Miguel Ríos, que ocupó el cargo durante varios decenios, se granjeó la simpatía de los isleños por su talante de hombre bueno, siempre con una palabra agradable y sobre todo y como corresponde a un buen secretario de un Ayuntamiento y a un abogado, por su extremada discreción.
Ex concejales que trataron con él hablan de una persona siempre en su lugar y abierto a buscar soluciones “bregando con los políticos”, manifestaba a este periódico el exconcejal Alfonso González Nantes, buen amigo del finado.
Los amigos, que eran muchos, no descartan pedir para él título de Hijo Adoptivo de San Fernando, algo que no hicieron antes porque Miguel Ríos era un hombre de razonable buena salud para su edad y que hasta hace un par de días se podía saludar por la calle, sólo o en compañía de amigos.