La decisión entre un proveedor y otro no es asunto que ha de tomarse a la ligera. Entran en juego muchos factores y el aspecto económico y la solidez es uno de ellos. Poder obtener información sobre su situación financiera es posible gracias a la existencia plataformas como el directorio profesional Empresite que recopila toda la información relacionada con la sociedad que queremos consultar.
Razón Social, CIF, actividad…son algunos de los campos que tradicionalmente se pueden comprobar de forma gratuita, pero, también, otros aspectos, como las últimas noticias en medios de comunicación o la facturación aproximada.
Elegir proveedor es tan importante como elegir cliente, - aunque en este caso, la mayoría de las veces, los clientes no se eligen -. Dependiendo de la industria que sea, el proveedor puede ser un punto primordial en la oferta, porque puede servir material que necesita la compañía para transformar, producto que la empresa distribuye o cualquier otro servicio que pueda tener repercusión en el cliente final.
El caso más claro y comprensivo por todos, empresarios o no, es la agencia de transporte en una marca de venta online. La empresa, ajena a la compañía en la que el usuario ha adquirido el producto, puede llegar a marcar la diferencia, tanto para bien como para mal, ya que forma parte de la experiencia de usuario.
¿Qué es lo que hay que tener en cuenta a la hora de elegir un proveedor para no equivocarse? Partiendo de la base que nunca se puede estar seguro 100% en cuanto a las apuestas de futuro, algunos de los aspectos que se deben valorar para minimizar los errores se pueden recoger en tres puntos básicos:
- 1. Referencias y trabajos realizados: contar con la información sobre actuaciones que se han llevado a cabo en proyectos similares a los que se está demandando y que han obtenido buenos resultados, es el primer paso, porque esto medirá, por un lado, la experiencia, y, por otro, la profesionalidad y la capacidad de trabajo.
- 2. Rango de ventas o facturación: conocer cuánto gana el proveedor que se está estudiando es un dato importante para poder dimensionar el alcance que tiene, tanto como comercial o recurrente, si cuenta con cartera de clientes fijos que vuelven a confiar en él una y otra vez. Si facturase poco y se contase con un gran listado de referencias, podría poner en duda su solidez. Asimismo, se puede consultar tanto el volumen de ventas del último año, su resultado, la evolución del trienio y el total activo.
- 3. Riesgo comercial: saber si el proveedor potencial cuenta con incidencias registradas, conocer el rating y la opinión de crédito es una información primordial que puede servir de garantía.
Estos tres capítulos pueden despejar las incógnitas y comparando las distintas opciones de proveedores que se tienen en cartera, se puede tomar una decisión lo más acertada posible.
Empresite recoge también otros epígrafes de interés vinculados a la estructura corporativa de la compañía, el número de trabajadores así como su distribución por sexo. Por otro lado, además, como ya se señalaba anteriormente, la imagen de marca así como la reputación online, al ser medible, puede ser otra variable a tener en cuenta y que recoge esta plataforma.
Con estos aspectos, se trataría de poder establecer una comparación entre las distintas opciones que tiene la empresa, valorando cada una de las variables por orden de importancia para poder tomar una decisión de la manera más ponderada posible.
La figura del proveedor ha evolucionado mucho en los últimos años, de la mano del avance de las nuevas tecnologías así como las nuevas tendencias empresariales. En muchos sectores han dejado de ser meros servidores de producto y se han convertido en aliados o partners, integrados en la misma estrategia, bajo el paraguas del famoso win to win, porque, en realidad, todos ganan: tanto la empresa que lo contrata por los buenos resultados con el cliente final, como el mismo proveedor que cuenta en su cartera con clientes fijos.
Los comienzos sin demasiadas garantías no son buenos. Muchas empresas seleccionan a sus proveedores sólo por el precio que les ofrecen, competitivo respecto a las demás ofertas del mercado, pero, ¿realmente son mejores que otros? ¿Son profesionales? ¿Qué reputación tienen? Comenzar una relación comercial habiendo valorado sólo un aspecto de los cinco indispensables que hay, puede estar condenada a terminarse en un período de tiempo corto, y tras ello, tener que volver a comenzar puede provocar, no sólo retrasos en los trabajos, si no desconfianza por parte del cliente final en los casos en los que éste perciba el cambio, así como generar pérdidas de tiempo en tareas de actualización, reuniones o demostraciones.
Gracias a la digitalización y a plataformas que contienen información comercial y financiera de miles de empresas, tanto del panorama nacional como internacional, las decisiones pueden ser meditadas y contrastadas, minimizando los riesgos.