La Universidad de Huelva reúne hoy a un amplio plantel de expertos venidos de diferentes partes del mundo para compartir y avanzar en el conocimiento sobre cómo enseñar de forma atractiva y efectiva el aprendizaje de lenguas extranjeras.
La música, la afectividad, la inteligencia emocional, una comunicación acertada y el uso de las tecnologías, se erigen en elementos con los que poder trabajar para conseguir transmitir a los más jóvenes las ganas de aprender y el deseo de conocer otras culturas e idiomas de una forma atractiva y positiva, capaz de ejercer en los aprendices el atractivo suficiente para que el aprendizaje de una lengua extranjera no sea visto como una carga pesada, sino como una oportunidad y un reto atractivo de conocer, de comunicar y de interactuar con otras personas.
La combinación de estos elementos bajo una filosofía de lo que podría denominarse psicología positiva es lo que durante todo el día de hoy tratarán con intensidad y con exposiciones breves, en cerca de una veintena de ponencias, quiénes, desde la investigación y la innovación, están trabajando en este campo de la educación. Un trabajo transversal que abarca disciplinas como la lingüística aplicada, la psicología, la educación y la neuroeducación.
El simposio internacional, que lleva por título: “Seeds of Innovation in Foreing Language Teaching” (Semillas de la Innovación en la Enseñanza de Lenguas Extranjeras), ha sido inaugurado por el Rector de la Universidad de Huelva, Francisco Ruiz, junto a la Decana de la Facultad de Ciencias de la Educación, Isabel Mendoza y el Decano de la Faculta de Humanidades, Alfonso Doctor, así como las directora del Centro de Investigación Territorial de la Universidad de Huelva, Manuel Mora y la organizadora e impulsora del evento, M. Carmen Fonseca, Directora del grupo de Investigación ReaLL. Durante las intervenciones ha estado muy presente el reto de avanzar y de innovar de forma conjunta, cooperativa, compartiendo conocimientos y experiencias capaces de crear las sinergias necesarias para conseguir establecer modelos y prácticas de aprendizaje que, desde un planteamiento positivo, emocional y afectivo, sea capaz de impulsar modelos de enseñanza mucho más efectivos y emocionalmente constructivos.
