La empresa mixta de limpieza Limasa ha aprovechado el pasado viernes el recorrido realizado por la cofradía de Nueva Esperanza, desde San Julián a la Catedral, para poner a prueba el nuevo procedimiento que se empleará con el fin de facilitar la retirada de la cera de los cirios caída sobre el pavimento mediante el uso de tratamiento antiadherente.
El Área de Sostenibilidad Medioambiental del Ayuntamiento de Málaga ha comunicado a la Agrupación de Cofradías que este tratamiento se empleará durante la próxima Semana Santa, después de haber sido sometido a nuevas pruebas.
Los diferentes traslados que se celebran días antes proporcionarán unas condiciones muy similares a las que se dan en Semana Santa, lo que permitirá terminar de comprobar y mejorar, en su caso, su resistencia a las pisadas y la duración de su efecto, según han informado desde el Ayuntamiento a través de un comunicado.
La prueba desarrollada el pasado viernes finalizó con gran éxito, ya que permitió la retirada al cien por cien de la cera sólo con un baldeo normal, sin tener que recurrir a una técnica de limpieza específica.
El producto químico empleado es el mismo que ya se utilizó el año pasado, si bien se ha modificado su fórmula para que sea antideslizante. También se ha variado su sistema de aplicación, lo que ha sido clave para mejorar el resultado final.
Frente a lo que sucedía anteriormente, cuando el producto debía ser aplicado al menos tres horas antes de la procesión y debía secarse sin ser pisado durante al menos una hora para evitar resbalones, el nuevo procedimiento plantea la aplicación del producto minutos antes del paso de la procesión y en todas y cada una de las calles peatonales del recorrido.
Así, un operario de Limasa irá avanzando al mismo ritmo que la procesión pero varios metros por delante de la cruz guía, justamente detrás de la pareja de oficiales de Policía que suele ir abriendo camino. Uno de los operarios rociará el líquido antiadherente, mientras el segundo empuja un carro con un depósito y una bomba eléctrica --su funcionamiento es completamente silencioso--.
Con este método se logran tres mejoras respecto al año pasado, como son, por un lado, la gota de cera cae sobre el producto recién aplicado y húmedo --pero no resbaladizo-- por lo que su eficacia en antiadherencia es máxima; por otro lado, al acompañar al desfile procesional desde su salida, el tratamiento anticera asegura la cobertura completa de las calles peatonales de dicho itinerario; y por último, al ir justamente detrás de la pareja de Policía Local no es necesario realizar ningún corte de tránsito peatonal pues la vía está ya cortada por la propia procesión.
De igual modo, tal y como han incidido, su uso efectivo durante la Semana Santa permitirá ir refinando el protocolo de aplicación pues aún no se ha podido probar con varias procesiones desfilando tras su aplicación y no se conoce a ciencia cierta la duración de sus propiedades antiadherentes y si necesitará nuevas aplicaciones después de cierto tiempo o del paso de más de una procesión.
Por último, han destacado que el éxito de este tratamiento antiadherente supondrá un importante ahorro, al evitar la necesidad de recurrir al dispositivo especial habitual al finalizar la Semana Santa. El año pasado, Limasa dispuso de ocho equipos de limpieza para desarrollar esta tarea, con un coste diario de 5.133 euros.