El candidato conservador a la Presidencia francesa, François Fillon, ha sido imputado hoy por malversación de fondos públicos, entre otros cargos, en relación con el caso de los supuestos empleos falsos atribuidos a su esposa e hijos, reveló el semanario "Le Canard Enchainé".
Fillon compareció hoy de forma imprevista ante los jueces de instrucción, ya que estaba previsto que lo hiciese mañana, un adelanto "para poder hacerlo en condiciones de serenidad", dijo a los medios franceses el abogado del candidato, Antonin Lévy.
El candidato conservador ha sido imputado por malversación de fondos públicos, por complicidad y receptación del uso indebido de bienes sociales, y por faltar a las obligaciones de declaración de la Alta Autoridad para la transparencia de la vida pública.
Hoy se conoció que Fillon, investigado por los empleos como asistentes parlamentarios que atribuyó con fondos públicos a su mujer y a dos de sus hijos, recibió una parte del dinero que cobraron estos últimos.
El diario "Le Parisien" reveló que los jueces instructores tienen en su dossier pruebas y testimonios de los dos hijos, Marie y Charles Fillon, sobre el dinero que éstos abonaron a su padre en diversos giros bancarios tras haberlo cobrado como asistentes.
En el caso de Marie, le entregó a su padre 33.000 de los 46.000 euros de dinero público que obtuvo por el contrato de ayudante de François Fillon entre octubre de 2005 y finales de 2006.
En su interrogatorio policial, la hija justificó las transferencias como un reembolso de los gastos que el padre había avanzado para su boda, celebrada en el palacete familiar de Beaucé el 26 de agosto de 2006.
Por lo que respecta a Charles Fillon, que sucedió a su hermana como asistente de su padre cuando era senador, entre enero y junio de 2007, también hizo giros al líder de la derecha por alrededor el 30 % del sueldo que recibió a cuenta del presupuesto de la cámara alta.
La razón que dio a los policías en el interrogatorio del mes pasado fue que, puesto que François Fillon le pagaba una parte de su alquiler y de sus gastos, resultaba normal que se lo devolviera.