Rubén Pazos debutó en el Atlético Sanluqueño con 18 años teniendo como entrenador entonces a Paco Corbeto. Ahora tiene 37, con lo que ya han pasado 19 temporadas desde su estreno en la entidad verdiblanca. El jerezano es consciente que esta temporada iba a tener pocos minutos, de hecho no se ha podido afrontar ni uno solo. Lo tenía claro: “Sabía de la situación en la que me encontraba. Siempre he estado ahí, para echar una mano dentro y fuera del vestuario. Me gustaría seguir en el Atlético Sanluqueño desempeñando alguna función. Llegué siendo un chaval y quiero seguir en este club trasdebutar con el primer equipo hace 19 años”.
Para colmo, tampoco ha tenido mucha suerte el centrocampista verdiblanco porque en diciembre y durante un entrenamiento se dañó el tendón de Aquiles de la pierna derecha: “El peso de mi cuerpo tras un mal salto cayó sobre ese pie. Quiero recuperarme para volver a jugar pero he entrenado poco desde entonces”.
Es uno de los integrantes de la actual plantilla del equipo de la Ciudad de la Manzanilla, que dirigida por Rafael Carrillo lucha por una permanencia en la Segunda División B que se antoja será bastante complicada. Quedan sólo ocho jornadas para el final de Liga y el margen de error es mínimo.
Rubén Pazos ha pertenecido durante siete temporadas al Atlético Sanluqueño, distribuidas en tres etapas. Ha tenido como entrenadores a Paco Corbeto, Ali, Carrete, José Antonio Neva, José Pérez Herrera, Juanito y Rafael Carrillo. Disputó tres fases de ascenso a la Segunda División B y logró en dos ocasiones dar el salto de categoría. Resalta que “como el que dice, llevo media vida muy ligado al Atlético Sanluqueño”.
Aprovecha para mandarle un mensaje a la afición: “Quedan puntos en juego pero el margen de error es pequeño. Hay que ganarlo todo en casa sin mirar que equipo nos visite. Ante La Hoya Lorca no merecimos perder y en Melilla casi se suma un punto. Sólo hay que pensar en derrotar al Granada B”.