La guerra por acabar con el mosquito aedes caspius que trae de cabeza a los vecinos de Guadalmar, Sacaba y Parque Litoral, en el entorno del Paraje Natural de la Desembocadura del Guadalhorce, llega hasta el mismísimo pleno este viernes. El Partido Popular y Ciudadanos unen fuerzas en una moción donde reivindican más implicación al Gobierno andaluz para cofinanciar un plan de acción que minimice la eclosión de larvas de este insecto que el pasado verano se convirtió en la peor pesadilla de muchos vecinos.
Un problema que el Ayuntamiento considera que debía haber sido atajado desde el principio por el Gobierno andaluz al ser titular del enclave, y que no puede ser asumiendo en solitario el gobierno municipal, incapaz de adoptar medidas más contundentes tal y como reclaman los residentes afectados.
El delegado de Medio Ambiente en Málaga, Adolfo Moreno, ya avanzó días atrás que la Junta se muestra abierta a colaborar en controlar y minimizar la presencia de los mosquitos, pero se mostró tajante en que es el Consistorio es quien tiene la competencia en “salud ambiental, salubridad pública y medio ambiente urbano”. La polémica está asegurada.