La directiva de Fapacsa, que encabeza Eva Poza, ha trasladado hoy al alcalde, José Ignacio Landaluce, su preocupación por las previsiones de crecimiento del puerto que se recogen en el Plan Director de Infraestructuras, al considerar que pueden ocasionar importantes alteraciones a la bahía como ya ocurrió con actuaciones anteriores.
Los representantes vecinales aportaron informes al alcalde que vendrían a ratificar sus temores y le presentaron una propuesta de desarrollo portuario que, a su juicio, minimizaría los perjuicios.
El alcalde, que estuvo acompañado en la reunión por las delegadas municipales de participación Ciudadana y de Medio Ambiente, Victoria Zarzuela y Laura Ruiz, respectivamente, adquirió el compromiso de estudiar los informes y de mantener una reunión con el Puerto para hacerles llegar su propuesta y preocupaciones.
Landaluce, no obstante, les recordó que el plan director no recoge proyectos concluyentes sino posibles alternativas de crecimientos, pero se mostró partidario de tener en consideración la opinión ciudadana a la hora de planificar el futuro. “Afortunadamente la sociedad empieza a tener peso ante los diferentes organismo y es importante que se oiga su voz en la planificación de un futuro para el puerto y la ciudad que necesariamente tiene que ir de la mano”, manifestó.
El alcalde explicó que ya el Ayuntamiento ha emprendido algunas medidas para obtener más datos sobre las afecciones del puerto a nuestra costa, como ha sido el encargo de un estudio de dinámica del litoral, y que pretende seguir trabajando en esta línea en colaboración con los vecinos de Algeciras.
Por otra parte, también los representantes vecinales trasladaron al alcalde la necesidad de trabajar conjuntamente para llevar a cabo una planificación global que aporte propuestas medioambientales tendentes a minimizar los efectos perjudiciales para la ciudad derivados de la actividad portuaria, relacionados con las contaminaciones acústica y atmosférica.
Finalmente, insistieron en que el puerto tiene que invertir más en la ciudad para paliar en parte las consecuencias negativas de su actividad, y en actuaciones que se le demanden. En este sentido, dijeron no entender “la escasa implicación del puerto en la mejora del entorno y que no compense los daños que nos esta ocasionando. Es hora de invertir y de oír a los ciudadanos”.