El arrestado siempre actuaba en las calles céntricas de la localidad y aprovechaba las horas del día en que menos trasiego de peatones había, como las primeras de la mañana o las de media tarde, según informaron desde la Comisaría Provincial.
El detenido, que carecía de antecedentes, empleaba siempre el método del tirón, seleccionaba a sus víctimas, generalmente, entre mujeres mayores que llevaban joyas de oro a la vista, especialmente cordones, y que caminaban solas por la calle. Después las sorprendía para arrancarles las alhajas de un fuerte tirón y huir rápidamente del lugar.
En dos ocasiones llegó a causar lesiones a dos víctimas tras tirarlas al suelo para arrebatarles las alhajas. Las últimas joyas sustraídas fueron recuperadas en una casa de compraventa de oro. El detenido fue puesto a disposición judicial.