El buen tiempo del fin de semana ha sido un magnífico aliado para permitir cada una de las actividades a propósito de la celebración de las Cruces de Mayo. Los vecinos de Arcos, y un importante número de turistas, han recorrido cada recoveco del casco antiguo y otros lugares donde se ha montado una cruz de mayo. De hecho, la organización (Delegación municipal de Fiestas) sostiene que ha sido una de las citas más multitudinarias de cuantas se recuerdan en esta fiesta. En ello ha tenido mucho que ver la paralela concentración de motos que ha atraído un público extraordinario, pero, como reclamo añadido, la obra representada por Entretelas Teatro ‘Una cruz en la azotea, es decir, el nuevo sainete de Salvador Pérez Salas que habla de unas hipotéticas vecinas del casco antiguo de Arcos que se disponen a celebrar un año más la festividad de las cruces. Según confirma la asociación cultural, han sido finalmente trece las representaciones llevadas a cabo, lo cual ha deparado un total de 824 personas presenciando la obra teatral: todo un éxito en el que cabe destacar el enorme esfuerzo de los actores y actrices de este colectivo, pues han representado la obra prácticamente cada media hora.
En el apartado de novedades, hay que destacar la actuación del grupo de baile de las hermanas Barba que fue muy pintoresca y agradecida por el público, así como los exornos que mostraron los naranjos de la calle Corredera gracia a la aportación de los talleres de la Delegación municipal del Mayo, cuya colaboración fue muy agradecida por el Ayuntamiento porque sirvió para embellecer aún más, si cabe, la céntrica calle. Además, la actuación de la charanga que ambientó el recinto de las cruces por unas horas.
Respecto a las cruces en sí, hasta 30 cruces se montaron en distintos puntos de la ciudad, incluso en sus barriadas rurales, aunque la mayoría en las calles del casco antiguo. La inauguración tuvo lugar en la tarde del sábado por parte de las primeras autoridades. Tanto el alcalde, Isidoro Gambín, como su delegado de Fiestas, Raúl Lozano, enaltecieron el papel de los vecinos que, a través de sus asociaciones e incluso de sus hermandades, montaron una cruz de mayo.
Estas cruces han sido posibles gracias a la implicación de decenas de vecinos, que recibieron de manos del Ayuntamiento tanto la estructura de la cruz como las flores para su decoración, corriendo por parte de los vecinos el resto de exornos o adornos. En el caso de El Santiscal, un grupo de vecinos y socios del centro de mayores de la barriada montaron un año más su cruz de mayo a la entrada del propio centro, siendo muy visitada por el resto de la vecindad.
Con ello se pretende afianzar una manifestación popular que ha cobrado cierta importancia durante los últimos años y que en honor a la verdad es más propia de otras ciudades andaluzas. No obstante, el marco monumental de Arcos se presta a ello con gran facilidad por la belleza del entorno.
