El aumento de robos que vienen soportando los vecinos de la Ribera Baja en los últimos meses ha despertado una enorme inquietud y preocupación en esta pedanía, un problema que ha motivado que la alcaldesa pedánea, Inés Gutiérrez, convocase una asamblea vecinal en la sede de la Hermandad de San Juan, un encuentro al que acudieron más de medio centenar de personas y que contó también con la presencia del concejal de Seguridad, Francisco Morales y del jefe accidental de la Policía Local, Jesús García.
Morales indicó que el objetivo de la reunión era escuchar a los vecinos y tomar nota de sus problemas para mejorar la coordinación tanto con las instituciones como con las fuerzas y cuerpos de seguridad. “Nuestro deseo es evitar que estos hechos se sigan produciendo y aunque sabemos que es la Guardia Civil la que tiene las competencias en materia de seguridad en los núcleos rurales, próximamente se celebrará una Junta Local de Seguridad, con la presencia del subdelegado del Gobierno, donde se pondrán sobre la mesa fórmulas para tratar de resolver el problema”.
Según los testimonios de los propios vecinos, los autores de los robos son menores de edad que no dudan en entrar en las viviendas a plena luz del día para llevarse todo lo que encuentran, una situación que ha despertado la indignación generalizada, ya que muchos residente, especialmente personas mayores, tienen miedo a desplazarse hasta el casco urbano de Puente Genil para realizar sus tareas cotidianas ante el temor de que sus inmuebles puedan ser blanco de los robos.
A falta de datos oficiales y tal y como informó la propia alcaldesa pedánea, sólo en lo que va de año ya se contabilizan entre 15 y 20 robos en toda la Ribera Baja, una pedanía en la que residen más de 300 habitantes, población que aumentará previsiblemente en los meses de verano, ya que muchos vecinos de la localidad tienen allí sus segundas residencias.