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El Puerto

Gran tarde de toros en Sanlúcar

El Juli indultó al quinto de la tarde, de Zalduendo y de nombre "Jorguín”

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Se han lidiado siete toros de Zalduendo, el séptimo regalo del matador Morante de la Puebla. El 5º, de nombre “Jorguín” nº 60  fue indultado. Morante de la Puebla (Butano y azabache con los pechos bordados): ovación tras petición y bronca al presidente, división de opiniones, y oreja  en el sobrero;  El Juli (Sangre de toro y oro): dos orejas y dos orejas y rabo simbólicos;  y  Roca Rey (Botella y oro): oreja y dos orejas. Entrada: Lleno total. Saludó en banderillas José María Soler tras parear el quinto y Juan José Domínguez y Paquito Algaba en el sexto.

El primer toro, un precioso negro zaíno, bajito y apretado de carnes, mostró su poca fuerza desde que salió de chiqueros. Morante no pudo pararlo a gusto con el capote. Fue muy protestado, sin tenerlo en cuenta el Palco Presidencial,  al doblar las manos tras el tercio de varas. Con la pañosa el matador logró sacarle buenos pases por ambos pitones a media altura,  aprovechando  el poco fuelle del astado. Cuando el toro se vio podido tiró la toalla y buscó las tablas. Morante lo mató de una estocada.

El cuarto de la tarde fue un castaño con cuajo y trapío superior al requerido por este precioso coso andaluz. Morante toreó con más voluntad que acierto con el percal. Todo hacía presagiar que al sevillano le gustó el toro, ya que lo brindó al público. Comenzó la faena de muleta por alto apoyado en las tablas. Lo sacó a los medios andándole con torería. Pero cuando quiso presentarle la muleta para torearlo en redondo descubrió que el toro tenía mucha aspereza y no terminaba de meter la cara en los engaños. El torero desilusionado abrevió y lo despenó de una estocada.

El pundonor torero de Morante le hizo pedir el sobrero. Escuchando las palmas por bulerías, que en Sanlúcar suenan de manera especial, el  torero lo intentó parar con un farol de pie, pero perdió el capote en la ejecución del mismo. Continuó por verónicas a pies juntos rematadas con media a cámara lenta y una añeja serpentina que calentaron al respetable. Brindó la faena a Carmelo (empresario del coso), y la comenzó por alto a dos manos barriendo los lomos del astado. El toro tenía el defecto de echar la cara arriba cuando salía de los muletazos, pero Morante no obstante logró torearlo al natural con hondura y arte. Lo mató de una estocada.

“El Juli” sorteó en primer lugar a un toro que le permitió el lucimiento a la verónica.  Le realizó un buen  quite por chicuelinas. Empezó su faena por bajo y pudo lucirse con la mano derecha llevando muy templado al toro. Con la izquierda también pudo sacarle naturales de muy buen gusto. Pero pase a pase y tanda a tanda, el toro se fue quedando sin gas. Terminó con manoletinas y  lo fulminó de un espadazo sin puntilla.

Pero el premio gordo estaba en el quinto de la tarde que fue un GRAN toro. Desde el saludo capotero por verónicas se vio la pujanza en las embestidas que tenía.  También le permitió realizar al diestro un quite por lopecinas tras cumplir el toro en el reglamentario puyazo. El maestro de Velilla de San Antonio hizo una faena cumbre, dejando ver al público las grandes virtudes del toro.  Con la mano del dinero lo toreo magistralmente arrastrando la muleta y aprovechando la humillación del toro y el tranco que tenía al salir de los muletazos.  Planteó muy bien los tiempos de la faena, ayudado también por la gran interpretación del pasodoble “Concha Flamenca”  magistralmente tocado por la banda de música. Le dio distancia al toro para que viniese de lejos, dejando ver al público que el animal iba de “más a más” en sus embestidas. El diestro disfrutó toreando y eso lo notaron los tendidos. El presidente tras una petición unánime de indulto sacó “equivocadamente” el pañuelo verde, pero al poco tiempo rectificó luciendo el preceptivo naranja.

“El Juli” acompañó toreando al burel rematando con un pase de pecho su vuelta a chiqueros.

Roca Rey ha demostrado su buen nivel esta tarde en Sanlúcar, el peruano, recibió a su primero por verónicas rematadas con media belmontina. Le realizó un quite de frente por detrás rematado con una caleserina y una revolera. Comenzó su labor muleteril con dos pases cambiados por la espalda, un cambio de mano y el obligado de pecho.  Pronto se hizo con la embestida del toro logrando tandas con gusto por ambos pitones. El toro tenía la virtud de llevar el hocico arrastrando por el albero y el torero le exprimió esa cualidad con un toreo muy vertical y poderoso. Pisó terrenos comprometidos en unas luquesinas y en las benardinas que dieron fin a su labor.  Tras un pinchazo logró una buena estocada.

El sexto de la tarde también fue un gran toro al que Roca Rey recibió con una larga en el tercio para luego torearlo con gusto a la verónica. Lo metió al caballo galleando por chicuelinas  y tras salir del jamelgo lo quitó por chicuelinas enlazadas con cordobinas. Comenzó su faena de muleta por estatuarios  El toro tenía muy buen son y embistió con mucha clase por ambos pitones. El joven matador le realizó una faena con pases muy ligados y poderosos. Estuvo sublime en tres circulares seguidos por el pitón derecho del astado.  Lo mató de una efectiva estocada.

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