A punto de salir del horno, dijeron en alguna ocasión, pero no hay noticias. El alcalde de Cádiz, José María González, valoraba ayer que “por fin se van a votar los Presupuestos Generales del Estado y también tendremos los nuestros. Tendremos que ver de qué manera inciden las políticas presupuestarias”.
El pasado año se aprobaban los presupuestos en un pleno el 1 de julio, y ya en mayo habían empezado las reuniones con la oposición. En aquel momento, el edil de Hacienda, David Navarro, dejaba para el año siguiente el hecho de que se realizaran unos presupuestos participativos.
Desde los grupos de la oposición, el PSOE manifestaba que “teniendo en cuenta que ya estamos en el mes de junio y no hemos tenido una sola reunión para hablar sobre los presupuestos, ni se ha convocado la comisión de cuentas, tal y como se aprobó en el Pleno de enero, lo q nos preguntamos es si serán capaces de elaborar las cuentas para este año”.
Asimismo, insiste en que ahora mismo “estamos con un presupuesto prorrogado en el que, a través de un decreto de Alcaldía, se han reducido las partidas en 13,5 millones de euros por la irresponsabilidad de incluir ingresos ficticios, tal y como denunciamos los socialistas”.
Un equipo de Gobierno “serio” cumpliría con su compromiso de hacer partícipes a los gaditanos de las cuentas de la ciudad, pero considerando la situación en la que nos encontramos “no nos extrañaría que como el año pasado, utilicen la excusa de la falta de tiempo para no hacerlo”.
Mientras tanto, para los populares “los presupuestos participativos eran y siguen siendo una de las grandes estafas de Podemos en Cádiz. No solo no han consultado con nadie las cuentas municipales sino que las han sacado en un proceso de dudosa legalidad y sin la participación del Pleno que es soberano. No le dan voz a los gaditanos que están representados en el pleno y mucho menos a la ciudadanía. Mentira sobre mentira”.
Ahora debería ir “el señor Navarro al Palillero a preguntarle a los gaditanos qué les parece el recorte de 300 mil euros en rehabilitación de infravivienda, el de 200 mil en el programa de Ayudas al Alquiler, el de 210 mil en la conservación de colegios, casi un millón en programas de empleo, el de 130 mil en el albergue para los sin techo”.
Por el momento, manifiestan sus dudas sobre si el nuevo documento presupuestario habrá contado “con la participación de sus círculos, de sus asesores o son de pura cosecha del señor Navarro”.
Mientras tanto, desde Ciudadanos, Juan Manuel Pérez Dorao, que asistió a un curso en Diputación sobre presupuestos participativos al que no acudió ningún representante del Gobierno local, matiza que hay varias fórmulas para hacerlo. Una de ellas consiste en fijar una cuantía del presupuesto y destinarla para que decidan los vecinos. Una opción que eligió el Ayuntamiento de San Fernando.
Por otro lado está la opción de que los colectivos hagan previamente una propuesta con o sin el proyecto de la misma, es decir, que el proyecto puede ser realizado por el colectivo o encargarse a los técnicos del Ayuntamiento, explica Pérez Dorao, también planteó sus dudas.