Este lunes se cumplen 40 años del primer ascenso cadista a Primera División. Y el Cádiz lo ha celebrado clasificándose para la fase de ascenso a la máxima categoría.
Los amarillos volvieron a ganar en casa a costa de un Elche que se marcha a Segunda División B. Y ahora toca pensar la estrategia a seguir en Valladolid respecto a la convocatoria, pero todo está resuelto y no hay más horizonte que el play off.
Sin sorpresas en el equipo titular gaditano, Cervera apostó por su once fijo, incluyendo a Álvaro García en la izquierda. El extremo utrerano había sido noticia durante toda la semana por el asunto de su amonestación, que dio varios giros y finalizó con una suspensión cautelar que le permitió jugar este partido, pero deja la sanción pendiente.
El miedo era el principal protagonista del encuentro. Ambos equipos se jugaban mucho, pero por motivos bien distintos. Si los amarillos querían ganar para no obligarse a hacer lo mismo en la última y peligrosa visita al Real Valladolid, los ilicitanos tenían que sumar los tres puntos y esperar resultados para no perder la categoría.
Y cuando el miedo y los nervios son los invitados ocurre que se extreman las precauciones, lo que conlleva un casi nulo balance ofensivo.
Ni locales ni visitantes ponían en apuros al portero rival. Así, salvo un rechace cazado por Aketxe y un cabezazo de Ortuño, pocas fueron las oportunidades cadistas. Un disparo de Brian Oliván puso a prueba las habilidades de Juan Carlos con las manos, pero el meta no tuvo problemas para desviarlo.
Con un público entregado y pendiente de otros resultados pasaban los minutos. Dos tantos del Reus al Valladolid causaron un suave murmullo porque los gaditanos no conseguían abrir la lata y eso era lo más importante.
Con este panorama se llegó al tiempo descanso, en el que se repasaron el resto de partidos, con la derrota momentánea del Valladolid y el empate sin goles del Huesca.
La sorpresa llegó en la reanudación porque Ortuño no regresó al terreno de juego. En su lugar apareció Rubén Cruz, que se situó como delantero centro en una variante táctica inédita hasta esta jornada.
Salió presionando el Cádiz, dispuesto a no permitir ninguna acción de juego ilicitana. Y a los nueve minutos, la explosión de júbilo. Sacó Aketxe un corner, medido, al que llegó Aridane poderoso por alto para rematar a la red.
Los visitantes, que tenían que ganar por obligación, se vinieron abajo por completo. El palo moral era demasiado grande y la Segunda B les acechaba más cerca que nunca.
Al 70 de partido, fuera nervios. Rubén Cruz hizo lo que quiso dentro del área, con calidad, y dejó el balón en bandeja para que Salvi.
La tarea estaba hecha y los temores espantados. El Cádiz no se la jugará en la última jornada visitando al Valladolid, que estaba a un punto y podría adelantar a los gaditanos, ya que la derrota pucelana abre la brecha a cuatro puntos, algo insalvable. Para más inri, el Huesca dejaba volar dos puntos de su estadio.
El Cádiz jugará sin presión ninguna su último compromiso liguero, ¿quién lo iba a imaginar? De empezar la temporada esperando no sufrir para salvarse, a estar clasificado para pelear por el ascenso con un partido por jugarse. Así es el Cádiz, capaz de lo mejor y de lo peor, pero eso ya lo sabe toda la afición.
- Ficha técnica:
2 - Cádiz: Cifuentes; Carpio, Aridane, Sankaré, Oliván; Garrido, José Mari, Aketxe, Salvi (Abdullah, m.72), Álvaro (Santamaría, m.87); y Ortuño (Rubén Cruz, m.46).
1 - Elche: Juan Carlos; Correa (Sory, m.57), Pelegrín, Túñez, Iriondo; Pelayo (Guillermo, m.46), Fabián, Álex Fernández (Malonga, m.72), Hervías, Borja Valle; y Nino.
Árbitro: Sagués Oskoz (colegio guipuzcoano). Amonestó con cartulina amarilla a los locales Oliván, José Mari y Aketxe y a los visitantes Túñez y Sory.
Goles: 1-0, M.53: Aridane. 1-1, M.71: Salvi.
Incidencias: Partido de la 41ª jornada de Segunda División A, disputado en el estadio Ramón de Carranza ante unos 18.000 espectadores.