A diez días del comienzo oficial de las negociaciones del "brexit" en Bruselas, la primera ministra conservadora británica, Theresa May, ha perdido la mayoría absoluta, lo que abre un periodo de inestabilidad política en el Reino Unido con unos resultados que refuerzan a los laboristas, debilitan a los independentistas escoceses y borran del mapa parlamentario al UKIP.
No ha podido ser: May no ha conseguido revalidar la mayoría absoluta que su antecesor, David Cameron, le había dejado tras las elecciones de 2015 y ha perdido su apuesta de adelantar las elecciones legislativas para fortalecer su postura de un "brexit" duro en las negociaciones que comienzan el 19 de junio en Bruselas.
Pese a haber perdido en las urnas la mayoría que mantenía en la Cámara de los Comunes, May no tiene intención de dimitir, según avanzó hoy la cadena pública BBC, y dejó entrever ella misma anoche.
"Este país necesita un periodo de estabilidad. Si el Partido Conservador ha ganado la mayor cantidad de escaños y votos, le corresponderá asegurar esa estabilidad", afirmó May en un discurso de la noche electoral en el que aceptó la renovación de su escaño por la circunscripción de Maidenhead, en el sur de Inglaterra.
El Partido Conservador suma 316 diputados en el escrutinio de las elecciones generales, lejos de los 326 necesarios para tener mayoría parlamentaria, cuando faltaban por conocer solo tres de las 650 circunscripciones por declarar sus resultados oficiales.
De las 647 circunscripciones escrutadas, los "tories" obtuvieron 316 escaños, 12 menos de los que tenían en la anterior legislatura.
Protagonista de la jornada es el líder del Partido Laborista, Jeremy Corbyn, quien afirmó hoy que su formación está "preparada para servir" al Reino Unido tras aumentar, contra todo pronóstico, el número de escaños en las elecciones británicas.
En una declaraciones a la BBC, el líder del primer partido de la oposición británica -que ha sacado 261 escaños (29 más)- dejó claro, no obstante, que no llegará a ningún acuerdo ni pacto.
Corbyn volvió a pedir la dimisión de la primera ministra británica, la conservadora Theresa May, y recalcó que las negociaciones sobre el "brexit" deben seguir adelante.
El calendario y posición de Bruselas sobre el brexit están "claros", subrayó hoy desde Bruselas el negociador jefe del a Unión Europea para el "brexit", Michel Barnier.
"Las negociaciones del 'brexit' deben empezar cuando el Reino Unido esté listo; el calendario y las posiciones de la UE están claros. Unamos nuestras mentes para lograr un acuerdo", afirmó Barnier a través de su perfil de Twitter.
Desde Berlín también se pronunció hoy el comisario europeo de Presupuestos, Günther Oettinger, quien expresó su preocupación por el resultado de las elecciones en el Reino Unido, que calificó de "desastre para los conservadores", y dijo que un gobierno debilitado no es bueno para la UE a la hora de negociar el "brexit".
Según afirmo el eurocomisario en una entrevista telefónica con la emisora Deutschlandfunk, "dos socios fuertes son soberanos, alcanzan antes y mejor resultados que ambos puedan aceptar", mientras que "un socio debilitado debilita en general las negociaciones" y "existe el peligro de que las negociaciones acaben mal para ambas partes".
Oettinger afirmó que la UE negociará de manera "dura, pero justa", pero "no debemos regalar nada", agregó.
"May (...) ha perdido su apuesta, así que ahora no está en una situación sencilla, porque en el fondo no sabe bien hoy la configuración para gobernar", dijo en París, el comisario europeo de Asuntos Económicos y Financieros, Pierre Moscovici,
Para él, los comicios no deben leerse como un "referéndum bis" sobre la salida del Reino Unido de la Unión Europea, aunque "es cierto -dijo- que (el candidato laborista) Jeremy Corbyn hizo campaña con una versión de un 'brexit' más flexible, más dulce".
Uno de los grandes artífices del "brexit", el antiguo líder del eurófobo Partido por la Independencia del Reino Unido (UKIP), Nigel Farage, también mostró hoy su "verdadera preocupación" por los resultados electorales, que han dejado al partido sin representantes en la Cámara de los Comunes y pueden "suavizar" el "brexit".
Quién también ha sufrido un varapalo electoral ha sido el Partido Nacionalista Escocés (SNP) al ganar 35 escaños, 21 menos de los que tenía cuando se disolvió el Parlamento en mayo.
Este retroceso cuestiona la promesa de la ministra principal, Nicola Sturgeon, de convocar un segundo plebiscito sobre la escisión de la región del Reino Unido hacia 2019, cuando ya se conocerán los términos de la retirada británica de la UE.
Por contra, los partidos unionistas probritánicos de Irlanda del Norte pueden ser la pieza clave a la hora de ayudar a los conservadores a formar un Gobierno de coalición, al sacar diez escaños de los 18 que le corresponden a la provincia británica, y ya han manifestado su voluntad de ayudar a May a formar Gobierno.