El portavoz del PSOE, Miguel Tornay, ha querido trasladar su sorpresa por la falta de criterio y los cambios de argumento del alcalde en relación con el desastroso vertido de escombros en la Playa de Sobrevela:
“No doy crédito a la forma en que se ha comportado el alcalde y sus concejales en este asunto. El lunes 19 los ecologistas de Verdemar difunden un video en el que se ve claramente como los camiones vierten escombros, plásticos y hasta hierros, para la creación de un carril en la playa de Sobrevela, muy cerca de la orilla. Sin embargo, al día siguiente, Franco sale en los medios intentando contrarrestar la alarma social ante un “supuesto” vertido de escombros y, curiosamente, lo que le parece grave es que se esté hablando de delito ecológico y no el hecho en sí del vertido, al que se refiere como trabajos de regeneración de la playa.
El miércoles 21, los concejales de playas y medio ambiente, Juan Macías y Rosa Pérez, desmienten en un sorprendente comunicado, la existencia del vertido de escombros. No debieron ver el video ni debieron acercarse a la playa, a pesar de que los escombros ya estaban, además, en el agua y esparcidos por la orilla debido al oleaje y a las mareas. O tal vez pensaron que los linenses somos idiotas o estamos ciegos e intentaron negar
lo evidente y engañarnos a todos.
El jueves 22, Franco sale de nuevo a los medios y reconoce, por fin cuatro días después, que se han vertido escombros y lo califica como error garrafal de la empresa Di2 Portuense, encargada de las obras. Aunque en mi opinión, volcar un camión tras otro de cascotes y basura en una playa no es un error sino una clara negligencia y un posible delito ecológico.
El fallido intento de encubrir o suavizar hechos tan graves por parte del alcalde, de Macías y de Pérez, no merecen sino la reprobación y la indignación ciudadana. La fea costumbre de Franco de responder siempre a la defensiva ante las críticas y arremeter contra los demás por atreverse a denunciar atropellos como este o por exigir responsabilidades, ha pasado esta vez de castaño a oscuro. Si es capaz de negar durante cuatro días algo que todo el mundo podía ver y tocar, ¿qué podemos esperar ante otras cuestiones menos constatables? Semejante actitud solo puede generar desconfianza ante sus análisis y valoraciones de las cosas que nos pasan en este pueblo y escepticismo sobre sus criterios para tomar decisiones.
El alcalde nos tiene acostumbrados, desde que llegó al gobierno, a adoptar medidas que luego tienen que ser rectificadas. Han dado marcha atrás en tantos asuntos que sería demasiado largo recordarlos aquí. Pero si hoy tenemos que hablar de un error garrafal, sin duda es el de que el alcalde de la ciudad no haya reconocido desde el primer momento esta agresión a nuestro litoral y nos haya querido dar gato por liebre. En mi opinión, ha quedado desacreditado como nunca antes y sus concejales a la altura de la suela del zapato”.