La manifestación convocada para el jueves por las asociaciones del sector hispalense del taxi estará encabezada por 50 vehículos y el resto de manifestantes marcharán a pie, incluyendo además un "paro" del servicio entre las 9 y las 15 horas. En la movilización, se reclamará a la Junta de Andalucía que "haga cumplir" la regulación en materia de transporte individual de pasajeros e impida los supuestos casos de intrusismo en los que, según los taxistas, incurren los conductores de vehículos de transporte concertado (VTC).
Según la convocatoria de la manifestación, recogida por Europa Press, las medidas de protesta comprenden un paro de las 9 a las 15 horas del jueves, así como una marcha que arrancará a las 10,00 horas desde la Cartuja, para llegar al Parlamento de Andalucía. La manifestación estará encabezada por 50 taxis en representación de las cuatro asociaciones que promueven la protesta, Unión Sevillana del Taxi; Solidaridad Hispalense del Taxi; Élite Taxi Sevilla y Asociación del Taxi de Sevilla, mientras el resto de participantes marchará a pie.
Los servicios mínimos, según se detalla en la convocatoria, estarán comprendidos por los eurotaxis a los que corresponda trabajar el jueves y "servicios médicos a hospitales, clínicas y ambulatorios principales".
La idea, según ha explicado a Europa Press el presidente de la Unión Sevillana del Taxi, Fernando Morales, es reclamar al Gobierno andaluz que "tome cartas" en el conflicto que enfrenta a los taxistas, con los conductores de VTC.
Según los taxistas, mientras el Reglamento de la Ley de Ordenación de los Transportes Terrestres especifica que los VTC sólo podrán circular "si se justifica que están prestando un servicio previamente contratado", habría situaciones en las que estos conductores circulan "captando clientes" en la propia calle, con lo que invadirían "servicios propios del sector del taxi".
LAS DETERMINACIONES DEL REGLAMENTO
Mientras dicho reglamento determina que los VTC "no podrán circular en busca de clientes ni propiciar la captación de viajeros que no hubiesen contratado previamente el servicio", Morales insiste en que median situaciones de captación de viajeros por parte de estos conductores en espacios como las estaciones de tren o de autobuses.
El pasado mes de marzo, recordémoslo, el sector del taxi se reunía ya con el director general de Movilidad de la Consejería de Fomento de la Junta de Andalucía, Rafael Chacón, reclamando a la Administración andaluza medidas para "delimitar" más específicamente la actividad de los vehículos de transporte concertado, tras lo cual la Consejería emitía una orden, para regular el uso de distintivos obligatorios para los vehículos de alquiler con conductor autorizados en Andalucía.
Fernando Morales, no obstante, insiste en que las situaciones de conflicto persisten y no sólo la Policía Local hispalense es responsable de hacer cumplir las normativas en materia de transporte. Según Morales, la Junta de Andalucía goza de "competencias" en materia de transportes, y como tal debe "tomar cartas" en el asunto, "conjuntamente con la Policía Local". "Son necesarias más inspecciones y para ello más inspectores en materia de tráfico", ha enfatizado.
EL CONFLICTO DEL TAXI
En el marco de este conflicto, en el que los conductores de VTC denuncian presuntas amenazas y coacciones por parte de los taxistas, 32 de los cuales están investigados por la Policía Nacional, el Ayuntamiento de Sevilla ha incrementado el número de agentes de la Policía Local destinados a su Servicio Especial de Transporte e Intrusismo (SETI) o asignados a las paradas de taxi del aeropuerto de San Pablo y la estación de trenes de Santa Justa, para "combatir el intrusismo, las conductas irregulares o los cobros abusivos".
Del mismo modo, el Ayuntamiento y la Dirección del aeropuerto de San Pablo acordaron dotar al aeródromo hispalense de un espacio acotado para los vehículos con licencia de transporte concertado, así como un registro de los coches autorizados para dicha actividad y paneles informativos con las tarifas de los taxis y de la línea especial del transporte urbano con destino a San Pablo.