Unos 75 pequeños regantes de la barriada rural de la Junta de los Ríos ha expresado su malestar por las obras que acomete la Junta de Andalucía para el vallado del canal de riego ya que se les ha cortado provisionalmente el suministro. Aunque estos trabajos se realizan a instancias de los vecinos y del Ayuntamiento, una parte de los vecinos se siente agraviada porque considera que se les usurpa un derecho contraído hace años.
Sin embargo, las citadas obras han puesto de relieve el carácter alegal de estos riegos que suministran a pequeños huertos de la zona que a todas luces no tienen la categoría de parcela agrícola. Tanto afectados como Comunidad de Regantes y Junta de Andalucía ya se han puesto manos a la obra para buscar un marco legal que permita a estos vecinos seguir haciendo uso del agua del canal.
Se da la circunstancia de que los propietarios de estos pequeños huertos venían pagando hasta hace un par de meses por el uso del agua; sin embargo, la Comunidad de Regante les comunicó que no debían seguir pagando hasta tanto no se regularizara su situación.
Desde el Ayuntamiento, el delegado municipal de Urbanismo e Infraestructuras, Manuel Garrucho, ha apelado a la tranquilidad de los afectados porque “se está buscando una solución”. Entre sus pronósticos, considera que estos vecinos podrán seguir regando sin mayores problemas pero ya dentro de un marco legal.
Así lo ven los afectados
En representación de los aproximadamente 75 afectados por el corte de agua de riego, Bernabé García García confía en que se pueda restablecer la situación. Si bien entiende que las obras que se acometen por seguridad son lógicas, asegura que tanto desde la Junta de Andalucía como desde la Comunidad de Regantes les tendría que haber avisado con antelación de las obras que han acabado por retirar las mangueras y tuberías conectadas al canal de riego.
“Una sorpresa”
Igualmente, señala que, particularmente, fue a la Comunidad de Regantes hace dos meses o un mes y medio para efectuar su pago por el consumo de agua y se llevó una sorpresa cuando le dijeron que ya no hacía falta. “Antes nos comunicaban todo por escrito, y ahora que se hacen unas obras que nos afectan personalmente, no nos han dicho nada. Ésa es mi queja”.
Durante la visita de este medio a la zona del canal de riego, fue testigo de cómo algunos pequeños huerteros tuvieron que retirar sus enganches al canal sobre la marcha para permitir el paso de la maquinaria que limpia el margen del canal para la instalación de una valla de seguridad.
