Cultivar cebada cervecera entre olivos para ahorrar agua. Esta es la premisa de la que parte la investigación impulsada por Heineken España, compañía a la que pertenece Cruzcampo, junto con el Instituto de Investigación y Formación Agraria y Pesquera (IFAPA) de la Consejería de Agricultura de la Junta de Andalucía. Ayer se inició la recogida de la primera cosecha de cebada cultivada en olivares de Huelma, con la presencia, entre otros, del presidente del IFAPA, Jerónimo Pérez, y el director de Responsabilidad Social Corporativa de Heineken España, Mauricio Domínguez-Adame.
Esta investigación es pionera a nivel mundial en sostenibilidad y conservación del medio ambiente, a través de la experimentación, la innovación, la transferencia de la tecnología y la formación de agricultores, técnicos y trabajadores del campo. Asimismo, contribuye a la mejora del paisaje, a minimizar la erosión, a la mejora de la biodiversidad, a la lucha contra el cambio climático y juega un papel fundamental en la retención de agua, y por tanto, en la eficiencia del consumo de este bien tan necesario en el suelo andaluz.
Existen aproximadamente más de 600.000 hectáreas de olivar de calle ancha en Andalucía donde podrían convivir ambos cultivos. Según los cálculos iniciales de la investigación, si se adoptase esta práctica solo en el 0,33% de esta superficie (2.000 hectáreas) se podrían compensar más de 700 millones de litros de agua. Este proyecto, con una inversión inicial de Heineken de más de 150.000 euros y una duración de 4 años, sirve de inspiración para otras actuaciones de compensación de agua que la compañía cervecera está llevando a cabo en México.
Con la siega de esta primera cosecha de cebada en Jaén (de la que se espera recoger una hectárea), comienza el análisis para evaluar la eficiencia en el consumo de agua de ambos cultivos, así como la rentabilidad agronómica y económica de los mismos. Y adicionalmente al cultivo de cebada en olivar, se encuentra el estudio comparativo de dosis de siembra directa de cebada maltera en campos de cultivo sin tratar. Los primeros ensayos realizados en Montejícar y Alhama de Granada han arrojado datos muy positivos.