Ana Llopis, presidenta de la Asociación de Mujeres Empresarias Hispalenses, reconoce que, un año después de la refundación de la patronal del empresariado femenino de Sevilla, “estamos donde queríamos estar, reconocidas, consideradas”, señalando como principal logro su adhesión a la Confederación de Empresarios de Sevilla (CES). Pero quieren subir un peldaño más y sentarse en su Comité Ejecutivo y así se lo han transmitido al presidente, Miguel Rus, en un reciente almuerzo de trabajo.
Durante su intervención en el programa Citas con la Actualidad, de Ondaluz Sevilla TV, LLopis ha defendido que estar en los órganos de gobierno es el único camino para lograr el reconocimiento de sus propios derechos empresariales. En ese sentido, denuncia el hecho de que, por ejemplo, en la CEA de veinte personas en el Comité Ejecutivo sólo hay una sola mujer, “que es nuestra tesorera” -apunta-, o que en la CES, de once hay dos mujeres. Llopis subraya el “caso singular” de la Cámara de Comercio que, “con el poder decisorio que tiene”, no hay ninguna en el comité ejecutivo “y de sesenta del pleno solamente hay tres (mujeres)”.
Llopis reivindica al peso de quienes representan al “50% de la población y el 32% del tejido empresarial de Sevilla”. La presidenta de la patronal empresarial sevillana se sorprende de que no se tanga en cuenta al 50% de la población ni al “32% del tejido empresarial y productivo de esta ciudad”.
Con esos datos, dice la presidenta de las mujeres empresarias sevillanas que “da vértigo que todavía hoy en la foto, y no es la foto, aparezcan pocas o ninguna; nosotras no queremos la foto, queremos participar donde hablemos de economía, de intereses empresariales, de negocios y de lo que podemos aportar”.
En su opinión, “si las reglas del juego las ponen ellos, cuando nosotras queremos jugar la partida, empezamos a contarles que no se puede estar en este horario indeterminado, es que no se puede estar sin poder pensar en conciliar, pero conciliar de todos, que es asexual”.
En un momento en el que la mujer está más incorporada y más preparada que nunca”, Llopis señala las dificultades que soporta el tejido empresarial femenino, no sólo fruto de la “mochila tan grande de la responsabilidad familiar” sino también de las laborales y empresariales. Por eso, reivindica la defensa de planes de igualdad “real” en las agendas políticas y un sistema de ayudas a las organizaciones orientadas a la consolidación más que al emprendimiento.
De esa forma se ayudaría a crecer al tejido empresarial femenino integrado sobre todo por “microempresas”, la mayoría ligadas al sector servicios y no al industrial que, según Llopis, es lo que necesita Sevilla y Andalucía además de “empresas fuertes y de mayor calado”.
Según la presidenta de Mujeres Empresarias Hispalenses el actual sistema económico les obliga a ser “las eternas emprendedoras” y advierte “ser emprendedor no es ser empresario”.