Centenares de jubilados griegos se manifestaron en el centro de Atenas contra los sucesivos recortes de pensiones aplicados desde la firma del primer rescate en 2010, que ha llevado a que la pensión media haya quedado en unos 900 euros brutos al mes.
La manifestación se produjo ante el Tribunal Supremo Administrativo, que hoy analiza la reforma del sistema de pensiones aprobada el año pasado, conocida como la "ley Katrúgalos", por el nombre del entonces ministro de Trabajo, Yorgos Katrúgalos, hoy viceministro de Exteriores.
Decenas de asociaciones de jubilados habían presentado varios recursos de inconstitucionalidad contra esta reforma.
Según estas asociaciones, si se suman los recortes previstos en 2019 las pensiones se habrán reducido en hasta un 70 % en los años de aplicación de los programas de rescate.
Las pensiones habrán sufrido desde 2010 hasta 2019, cuando se aplicarán los últimos recortes aprobados, 13 tijeretazos, que suman, según los analistas, 50.000 millones de euros (alrededor el 25 % del PIB).
"Desde mi jubilación no ha habido dos meses seguidos en los que haya cobrado la misma cantidad", dijo a Efe Petros, agente de Policía que se retiró tras 36 años de servicio en 2011.
Lo peor, según Petros, es que "no hay nadie que pueda garantizar que no habrá nuevos recortes en el futuro".
Los jubilados afirman que con las reducciones previstas perderán hasta tres mensualidades de su pensión.
Según las estimaciones de los especialistas, los recortes oscilarán entre un 7 % para los jubilados que tenían salarios bajos y un 40 % para profesores de universidad, uniformados y médicos de hospitales públicos.
Mijalis, un autónomo que se jubiló en 2008, con 35 años de cotizaciones, explica que en los últimos años ha perdido el 20 % de su pensión y se ha quedado con unos ingresos mensuales de 1.000 euros brutos.
En el lado opuesto del escalafón se encuentran casos como el de un amigo suyo que tras 38 años de cotización cobraba 3.500 euros brutos antes de la crisis. Ahora su pensión se ha quedado en 1.450 euros brutos.
El nuevo sistema de cálculo de pensiones conlleva una reducción de las prestaciones de hasta un 30 % para los nuevos jubilados, reduce la pensión mínima de los 486 euros brutos actuales a 384 euros, y además eleva de 15 a 20 años el mínimo de años cotizados.
Además, se han eliminado una serie de posibilidades para acceder a la jubilación anticipada, a la de viudedad y a la de discapacitados.
La reforma de pensiones que los acreedores venían exigiendo desde 2010 y que el Gobierno de Syriza aprobó en mayo de 2016 pretende ahorrar 1.800 millones de euros anuales.