El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, dijo hoy que "es hora de actuar con firmeza" frente a las denuncias de corrupción que han sacudido el país, pero pidió no generalizar" al señalar que las instituciones no delinquen sino las personas.
"Entiendo que muchas personas sientan que la corrupción está disparada, pero eso no es necesariamente cierto. No es que haya más corrupción, es que las instituciones están destapando la corrupción y la están combatiendo, están dando resultados", afirmó Santos.
En su discurso en el XX Encuentro de la Jurisdicción Ordinaria celebrado en la ciudad de Manizales (centro), el jefe de Estado consideró que no se puede "caer en la generalización ni en los sofismas".
"Las instituciones no delinquen. Ni las Cortes, ni las cámaras legislativas, ni las instituciones del resto del Estado son corruptas. Las que delinquen, las corruptas, son las personas que traicionan la confianza de los ciudadanos y que nunca son todas", sentenció.
En ese sentido, insistió en que "hay que tener cuidado de no generalizar" y pidió no "caer en la tentación de arrasar con todo".
"Es hora de actuar con firmeza, pero también con cabeza fría. Darle una patada a la mesa, como algunos piden, es hacerle el juego a los extremismos, y acaba haciéndole daño a la democracia y a sus instituciones", agregó.
"Como hacen los capitanes cuando enfrentan tormentas o huracanes, hay que mantener el rumbo. Hacer los cambios que haya que hacer, castigar al que haya que castigar, pero sin perder el norte", defendió.
El mandatario puntualizó que en los siete años de su Gobierno no se han "quedado quietos" y han "querido construir sobre lo construido", al hacer reformas y tomar decisiones para impulsar una "reforma a la justicia en la dirección correcta".
De otro lado, Santos señaló que lleva "más de siete años recibiendo todo tipo de ataques", y mencionó entre ellos que lo acusen de persecución, extremo que descartó.
"Nunca he perseguido a ningún crítico ni opositor. A nadie. Solo a los bandidos. Decir que el Gobierno persigue a la oposición a través de los jueces es un insulto no solo al Gobierno sino a la justicia misma. Ustedes, mejor que nadie, saben que esa es una acusación absolutamente descabellada y sin sentido", subrayó.
El pasado 20 de septiembre, el expresidente de la Corte Suprema Francisco Javier Ricaurte fue detenido por un presunto caso de corrupción en la administración de justicia.
El fiscal general, Néstor Humberto Martínez, explicó entonces que el fiscal tercero delegado ante la Corte Suprema de Justicia compareció ante un juez de garantías para solicitar orden de captura en relación con el exmagistrado Francisco Ricaurte, la cual fue autorizada.
Martínez explicó que le imputarán los delitos de concierto para delinquir agravado, cohecho, trafico de influencias y uso abusivo de información privilegiada en "hechos relacionados presuntamente con corrupción en la administración de justicia".
La Corte Suprema de Justicia de Colombia pidió el pasado 29 de agosto a la Fiscalía y a una comisión de la Cámara baja que investigue a Ricaurte y al también expresidente de la Corte Suprema José Leónidas Bustos, acusados por un senador de haber exigido pagos a cambio de no iniciar una investigación en su contra.
El senador Musa Besaile, del oficialista partido de la U y quien se entregó ayer a las autoridades, afirmó en un interrogatorio ante la Corte Suprema de Justicia que pagó 2.000 millones de pesos (unos 681.400 dólares) en sobornos a Ricaurte y Bustos, así como al exfiscal anticorrupción Luis Gustavo Moreno.
El objetivo de los pagos era frenar investigaciones en contra de Besaile por parapolítica, como se conoce en Colombia al escándalo que vinculó a algunos políticos con líderes de las desmovilizadas Autodefensas Unidas de Colombia (AUC, paramilitares).