El equipo jurídico de Francesco Arcuri, expareja de Juana Rivas, ha pedido hoy que se deje de "utilizar" a su representado como "paradigma" de la violencia de género y ha lamentado la participación de la madre y de su asesora Francisca Granados en el "Tribunal de Mujeres" celebrado en el Congreso.
A través de un comunicado, el letrado Enrique Zambrano ha recordado que Rivas y Granados están siendo investigadas en un procedimiento judicial por supuesta sustracción de menores y desobediencia por parte del Juzgado de Instrucción 2 de Granada.
El equipo jurídico de Arcuri ha mostrado su más "sincero apoyo y respeto" hacia organizaciones que luchan contra la violencia de género y ha asegurado comparte la esencia de actos como el organizado en el Congreso por la Plataforma 7N el pasado 3 de noviembre.
No obstante, ha apostillado, no puede entender cómo ni por qué se da altavoz a personas que han mostrado, a su juicio, un "desprecio tan absoluto" al Estado de Derecho, instaladas en un "permanente estado de difamación" hacia su representado.
"Volvemos a rogar, pedir, suplicar, que se deje de utilizar a nuestro representado, y por ende, a la señoras Rivas y Granados, como paradigmas en uno y otro lado de la violencia de género en España", ha indicado, al tiempo que ha insistido en que son investigadas en procesos judiciales por no respetar las normas jurídicas ni las resoluciones judiciales.
El abogado recuerda que Arcuri ya cumplió su condena del año 2009 y que todo de lo que se le causa desde foros que permiten las "denigrantes" actuaciones de las reseñadas es "perpetuar la condena, de forma injusta e ilegítima".
También señala que se vuelve a añadir "otra condena" por la denuncia que se interpuso en 2016, sin que exista proceso judicial alguno en contra de Arcuri, ni por tanto juicio, derecho de contradicción, ni el más mínimo respeto el derecho de presunción de inocencia, "a modo de tatuaje indeleble" que lo señala como "maltratador de por vida".
Zambrano sostiene que, con esta situación, se "dinamita" la igualdad reclamada también por Arcuri, que solo pretende ser una persona más "que tuvo un error en el pasado", que cumplió su condena y que lucha en los juzgados italianos por el bienestar de sus hijos.
La petición de Arcuri se produce después de que tanto él como Juana Rivas comparecieran el pasado 31 de octubre en un Juzgado civil de Cagliari, capital de Cerdeña, en una vista sobre la custodia de sus dos hijos menores, con quienes esta madre pudo estar durante su estancia en Italia gracias a un permiso judicial.